La explosión registrada esta noche en la sede central de Petróleos Mexicanos (Pemex) y que ha dejado, de momento, 32 muertos y 121 heridos, se produce en medio de discusión sobre la reforma energética. Algunos consideran que el suceso podría acelerar la puesta en marcha de dicha medida, que deja la puerta abierta a la privatización de la compañía.
La explosión registrada esta noche en la sede central de Petróleos Mexicanos (Pemex) y que ha dejado, de momento, 32 muertos y 121 heridos, se produce en medio de discusión sobre la reforma energética. Algunos consideran que el suceso podría acelerar la puesta en marcha de dicha medida, que deja la puerta abierta a la privatización de la compañía.
La petrolera no atraviesa por su mejor momento, con un importante descenso de la producción en los últimos años. Tras lo ocurrido, algunos medios y expertos, como el FInancial Times, sostienen que el presidente mexicano, Peña Nieto, puede señalar el declive de la cuarta compañía petrolera del mundo.
Las instalaciones de la petrolera han quedado obsoletas por falta de inversión, lo que ha causado diversos accidentes mortales recientemente, como señala El País. El último de ellos tuvo lugar el pasado septiembre, cuando la explosión de una planta de gas causó 30 muertos.
Peña Nieto habló durante su campaña electoral de la necesidad de modernizar las infraestructuras de la petrolera, para lo que, en su opinión, sería bueno abrirla a la inversión privada, algo posible en la reforma energética planteada por el Gobierno.
La pasada noche una explosión en la Torre Pemex, sede de la petrolera, causó la muerte de 32 personas. No se saben aún las causas, el secretario (ministro) de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, señaló en una rueda de prensa que «se están utilizando todos los recursos de las autoridades para investigar y conocer las causas del siniestro.
En la rueda de prensa que ofreció en una de las partes del complejo de Pemex, Osorio Chong no quiso hacer comentarios sobre la posibilidad de un atentado, y pidió a los periodistas esperar al peritaje que se está realizando.
«Sería una gran irresponsabilidad, sin los elementos completos, suficientes, dar a conocer una información que no conocemos», respondió Osorio cuando los periodistas insistieron sobre la posibilidad de un atentado.
El alto funcionario precisó que en las investigaciones participarán «expertos nacionales e internacionales».
«El propósito es muy claro: la investigación debe arrojar datos precisos, confiables y contundentes para conocer el origen y las causas del siniestro», insistió.
Las primeras hipótesis de las que se han hecho eco los medios de comunicación, sin confirmación oficial, hablan de la posibilidad de que la explosión se haya debido a un calentamiento del sistema eléctrico del complejo de Pemex.
Osorio confirmó que en la sede central de Pemex trabajan cerca de 10.000 personas.
El ministro también dijo que mientras se realizaban esta noche las labores de rescate de otras posibles víctimas hubo un derrumbe en una de las partes dañadas, y eso generó que los trabajos se interrumpieran brevemente para asegurar la estructura.
Osorio dijo que el presidente Enrique Peña Nieto ha dado instrucciones «para remover hasta el último escombro» para cerciorarse de que no hay más personas atrapadas.
Aunque inicialmente se informó de la posibilidad de que hubiera cerca de treinta personas atrapadas, el Gobierno corrigió posteriormente esa información y dijo que no tenía datos precisos al respecto.
«No contamos con información que nos permita precisar si todavía hay personas en esa condición», afirmó Osorio Chong en la rueda de prensa que ofreció esta noche.
«Hace apenas un par de horas se rescató a una persona con vida. No escatimaremos esfuerzo alguno para corroborar esta situación», apuntó.
Confirmó que la explosión se registró a las 15.40 hora local (21.40 GMT) en el edificio anexo B2 del Centro Administrativo de Pemex, y dijo que afectó al sótano y las dos plantas superiores, causando «daños severos».
