Varios altos dirigentes cubanos, incluyendo al presidente Raúl Castro, han insistido en las últimas semanas en la necesidad de dar un fuerte impulso a la edificación de viviendas a partir de 2018, tanto por la vía estatal como mediante el esfuerzo privado.
Varios altos dirigentes cubanos, incluyendo al presidente Raúl Castro, han insistido en las últimas semanas en la necesidad de dar un fuerte impulso a la edificación de viviendas a partir de 2018, tanto por la vía estatal como mediante el esfuerzo privado para tatar de revertir el serio déficit habitacional que enfrenta Cuba.
Al deterioro histórico de una enorme cantidad de edificios en todas partes del país, se suman los estragos ocasionados casi todos los años por el paso de huracanes hasta el punto de que a pesar de los esfuerzos encaminados a estañar las pérdidas, según datos oficiales publicados recientemente, quedan por reparar más de 239.800 casas, desde las que fueron destruidas totalmente, hasta otras que sufrieron daños menores.
Ellas corresponden no solo a las afectadas por el huracán Irma en septiembre de 2017, sino a las dañadas por otros ciclones, incluso anteriores a 2012, y ahora se pretende revertir esa situación en los próximos 5 años.
Según las autoridades del Instituto de la Vivienda, para lograrlo resulta necesario potenciar al máximo la producción de materiales de construcción, explotando las capacidades y recursos existentes en todos los municipios, así como incrementar la fabricación de cemento, cabillas y otros insumos en las grandes industrias del ramo.
