La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha calculado que Brasil crecerá un 1,8% en 2014 y un 2,5%, cuatro y tres décimas, respectivamente, sobre los vaticinios de noviembre. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha calculado que Brasil crecerá un 1,8% en 2014 y un 2,5%, cuatro y tres décimas, respectivamente, sobre los vaticinios de noviembre.
La razón que da el organismo para ello es la ralentización de la demanda procedente de otros países emergentes y el endurecimiento de las condiciones monetarias con la consiguiente presión inflacionista. Añade que la incertidumbre por las elecciones presidenciales, así como la lentitud de la recuperación global se han unido para hacer caer la economía brasileña.
A su modo de ver, si Brasil pospone la desinflación habrá pérdidas en empleo y crecimiento. Según la OCDE, la inflación media de Brasil, que fue del 6,2% en 2013, se quedará en el 5,9% este ejercicio y en el 5,5% el próximo.
Por otro lado, el organismo ha señalado que el mercado laboral sigue en tensión, ante las presiones alcistas de salarios, y eso pese al lento incremento del empleo. Para terminar, ha considerado que hay otros obstáculos, como la lenta evolución de la inversión, las protecciones comerciales o los impuestos elevados.