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La galopante inflación y el ‘tarifazo’ hacen prever una mala temporada turística en Argentina

Bandera de Argentina

El comportamiento del turismo como el de cualquier otro sector es un buen indicador de cómo marcha la economía nacional y familiar, y el arranque de la temporada turística invernal en Argentina no logra despegar y reflejan que podría ser una de las peores de los últimos años. El comportamiento del turismo como el de cualquier otro sector es un buen indicador de cómo marcha la economía nacional y familiar, y el arranque de la temporada turística invernal en Argentina no logra despegar y reflejan que podría ser una de las peores de los últimos años.

Así lo muestra la publicación Ámbito Financiero que cita como ejemplo que los destinos de la Costa Atlántica están totalmente en baja, como Pinamar con una ocupación de solo 20% y Cariló, de 35%, motivos para que los operadores estén preocupados por la caída en la actividad, lo que se evidencia en las escasas reservas en los hoteles y un importante desplome del consumo en los restaurantes.

“Las vacaciones de invierno arrancaron el pasado lunes, pero las reservas en la costa no logran despegar y reflejan; de hecho, cómo muchos hoteles y posadas decidieron no abrir”, manifestaron gerentes de esta industria citados por la publicación.

«Para abrir un establecimiento hay que dotarlos de calefacción, darle luz, armar la pileta y todo se traduce en un costo muy alto, considerando la baja ocupación que hay», afirma Juan Ferreira, presidente de la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica de Pinamar.

En Mar del Plata, uno de los principales destinos turísticos del país, la situación es parecida.

Según el presidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de esa ciudad, Eduardo Palena, la ocupación hotelera está en 50%. Uno de los principales motivos -señaló- es «porque la gente toma la decisión de reservar a último momento». Pero otras causas.

En todo esto también ha influido en gran manera el incremento de la carestía de la vida con una galopante inflación a lo que se suma el ‘tarifazo’ en los servicios públicos, lo que reduce la capacidad adquisitiva de la población.

Para enfrentar los costos y sacar dividendos, comercios y negocios turísticos que también sufren las alzas aumentan los precios a sus servicios, lo que se convierte en un círculo vicioso de encarecimiento que espanta a la gente que, ante el agobio económico, opta por evitar gastos.

“Por ejemplo, en Mar del Plata una habitación doble en un hotel tres estrellas el precio menor son 1.200 pesos, unos 80 dólares”, señaló Palena.

Ante la situación que se les avecina, la industria turística ha optado por activar con anticipación los motores de las relaciones públicas con promociones y ofertas, pero hasta ahora no están surtiendo el efecto deseado.

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