Dos superclases, uno del piano, Lechner, y otro de la armónica, Serrano, se han unido para tocar la música que les gusta y en la que creen, entre el jazz y el infinito. Dos superclases, uno del piano, Lechner, y otro de la armónica, Serrano, se han unido para tocar la música que les gusta y en la que creen, entre el jazz y el infinito.
Acostumbrados a figurar en los grupos de los mejores instrumentistas del mundo, como el de Paco de Lucía, por ejemplo, no hay reto que pueda asustar a estos virtuosos que, además, le ponen emoción a lo que hacen.