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El Grupo Clarín paga en Bolsa su enfrentamiento con los Kirchner

El Grupo Clarín, compañía presidida por Héctor Magnetto, vuelve a sufrir las embestidas del Gobierno de Cristina Fernández. Desde que se anunciara el futuro cierre de la operadora de Internet, Fibertel, las acciones del Grupo Clarín han caído un 14%. El asunto referido a Papel Prensa, en el cual los Kirchner acusan a La Nación y a Clarín de haberse apoderado de la empresa a través de un pacto secreto con la dictadura de Videla, también ha influido en el descenso de los papeles. El Grupo Clarín, compañía presidida por Héctor Magnetto, vuelve a sufrir las embestidas del Gobierno de Cristina Fernández. Desde que se anunciara el futuro cierre de la operadora de Internet, Fibertel, las acciones del Grupo Clarín han caído un 14%. El asunto referido a Papel Prensa, en el cual los Kirchner acusan a La Nación y a Clarín de haberse apoderado de la empresa a través de un pacto secreto con la dictadura de Videla, también ha influido en el descenso de los papeles.

El Grupo Clarín no gana para sustos. Después de recibir la noticia sobre la imposibilidad de servir Internet a través de Cablevisión, el valor de sus acciones se desploman.

Desde que a mediados de la semana pasada el gobierno de Cristina anunciara que Cablevisión, la filial de servicios de banda ancha del Grupo Clarín, debiera abstenerse de brindar Internet a nuevos clientes, los valores bursátiles de la compañía cayeron en el parqué porteño.

Los papeles de la empresa de telecomunicaciones bajaron un 4% en el día de ayer, cotizando a 11,5 dólares (9,09 euros), cuando el 17 de agosto cotizaba a 13,25 dólares (10,47 euros); pero en tres días las acciones descendieron un 14%, una caída que todavía no sabe cuán larga es, pues todavía no sabemos qué nos puede deparar el enfrentamiento Kirchner-Magnetto.

Los analistas creen que el mayor problema está en la poca liquidez que suele concentrar este tipo de acción, lo que impide a los tenedores desprenderse de los valores.

El último conflicto entre ambos protagonistas tenía como fondo la posesión de Papel Prensa por parte de Clarín y La Nación. Finalmente, todo se ha quedado en manos de la justicia, y no en decisiones tomadas desde la Casa Rosada. Por suerte, el Gobierno de Cristina se ha alejado de la dinámica empleada en el homónimo de Chávez. Se temía que desde el poder ejecutivo se tomarán decisiones drásticas con aroma totalitarista, pero para suerte de todos, no ha sido así.

Desde hace meses los accionistas privados de Papel Prensa denuncian que el Gobierno de Kirchner está tratando de nacionalizar la empresa, que según ellos hasta entonces nunca había recibido ningún cuestionamiento judicial o administrativo por el modo en que fue adquirida.

Todas estas disputas se producen en un momento en que el Grupo Clarín y el Gobierno están enfrentados en una férrea disputa por el futuro del sector de los medios de comunicación y ambas partes se acusan mutuamente de corrupción, deshonestidad y abuso de poder.

Los ejecutivos de la compañía, que ya vieron como se quedaron sin los derechos televisivos de los partidos de primera división del fútbol argentino, no piensan quedarse de brazos cruzados, y ya han anunciado que demandarán al Gobierno. Desde el conglomerado ya han asegurado que la firma “seguirá brindando con normalidad su servicio de Internet y ejercerá todas las acciones judiciales para defender los legítimos derechos de sus clientes».

El año pasado, la presidenta Cristina Fernández promulgó la ley de Servicios Audiovisuales, que ahora se encuentra en tribunales, que reorganiza al sector y obliga a Clarín a vender activos clave.

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