El Gobierno argentino de Cristina F. de Kirchner ha vuelto a asestar otro golpe a una empresa española después de la expropiación de YPF. En esta ocasión, Argentina ha obligado a la empresa de cambio de divisas Global Exchange a cerrar 11 oficinas en el país Latinoamericano. El Gobierno argentino de Cristina F. de Kirchner ha vuelto a asestar otro golpe a una empresa española después de la expropiación de YPF. En esta ocasión, Argentina ha obligado a la empresa de cambio de divisas Global Exchange a cerrar 11 oficinas en el país Latinoamericano.
El Gobierno argentino ha suspendido de forma transitoria la autorización que otorgó a la compañía española en 2001 para operar en los aeropuertos de Argentina, según la notificación que la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias del Banco Central de la República Argentina (BCRA) remitió a la empresa de cambio de divisas.
Según el escrito al que ha tenido acceso la agencia Efe, “a partir del 7 de septiembre 2012, inclusive, solo las entidades financieras públicas podrán abrir y/o mantener casas de cambio operativas en puertos y aeropuertos internacionales de Argentina”.
Las oficinas d estaban ubicadas en los aeropuertos internacionales de Ezeiza y Aeroparque, en Buenos Aires, y en las ciudades de Córdoba, Mendoza, Bariloche y Tucumán.
Según medios argentinos, la decisión del Gobierno llega después de supuestas denuncias y quejas recibidas por parte de clientes contra la empresa española, aunque Global Exchange asegura que “tan solo el 0,00007% presentó una queja por algún motivo”.
