El Gobierno de la presidenta argentina Cristina F. de Kirchner ha decido entrar también en el sector de las telecomunicaciones, como ya lo hiciera con el petróleo tras la nacionalización de YPF, y lanzarse al negocio de la telefonía móvil en el país. El estado controlará la cuarta parte del especto El Gobierno de la presidenta argentina Cristina F. de Kirchner ha decido entrar también en el sector de las telecomunicaciones, como ya lo hiciera con el petróleo tras la nacionalización de YPF, y lanzarse al negocio de la telefonía móvil en el país. El estado controlará la cuarta parte del espectro radioeléctrico destinado a este servicio.
El ministro de Planificación, Julio De Vido, ha anunciado la suspensión de un 25% de la licitación de de frecuencias 3G que prestan servicios de comunicaciones de telefonía móvil. La explotación de este espectro se asignará a la empresa estatal Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima (Arsat).
“Se ha decidido dejar sin efecto el proceso de selección y rápidamente evaluar los mecanismos e instrumentos técnicos y legales necesarios para que esas frecuencias sean asignadas a Arsat”, ha asegurado el titular de Planificación.
De Vido argumentó además para defender la decisión que los argentinos están “hartos” de los monopolios y señaló que se le dará participación a cooperativas y Pymes. En relación al monopolio en la telefonía móvil, el ministro señaló directamente a la fusión entre Telefónica y Telecom
Así, con la nueva medida tomada por el Gobierno de Cristini F. de Kirchner, la compañía estatal Arsat competirá en el mercado de la telefonía celular en el país con Claro, Movistar y Personal.
