Se trata del 70% de lo que tenía previsto emitir en todo el año anticipándose a una probable mayor volatilidad en los mercados a partir de hoy. Un día antes de que Donald Trump haya asumido la Presidencia de EE.UU., el Gobierno argentino de Mauricio Macri emitió deuda en los mercados internacionales por valor 7.000 millones de dólares; una cifra que supone el 70% de lo que tiene previsto emitir durante todo el año en los mercados internacionales.
Un porcentaje que resulta tan poco casual como la fecha elegida, según apunta el diario El País de Uruguay, quién interpreta que el Gobierno argentino se está anticipando a una mayor volatilidad en los mercados que considera probable a partir de hoy: una vez que Trump ya ha llegado a la Casa Blanca.
No en vano, el Gobierno argentino teme un encarecimiento del crédito después de que, tras el triunfo de Trump, subiesen los tipos de interés a 10 años en EE.UU. ya que éstos son utilizados como referencia a nivel global. Y es que el Ejecutivo de Macri se está endeudando a un ritmo considerable para evitar un ajuste aún mayor en el gasto público del que ya está realizando con medidas que han despertado una gran contestación social y acentuado la recesión en el país sudamericano..
Por ello, Macri ya había decidido reducir la financiación a través de los mercados internacionales, girando la atención hacia el mercado local; y, ahora, ha tomado esta media que anticipa la fecha de emisión de ese 70% de la deuda internaconal de 2017. Gracias a ello, consiguió colocar los bonos a 10 años a un 7% de interés, aún así unos 300 puntos básicos más de lo que pagarían México o Colombia.
El riesgo de Argentina se ha incrementado, por tanto, considerablemente más que el de otros países de América Latina a los que no ha afectado tanto la elección de Trump; señal de que los mercados no confían aún en la recuperación económica después de que desde la llegada de Macri todas las previsiones de crecimiento se hayan revisado a la baja.
Aunque este año, organismos multilaterales como el Banco Mundial o el FMI apuntan a que por fin Argentina saldrá de la recesión, lo cierto es que se estima que seguirá necesitando una financición de 35.000 millones de dólares. Una cifra que se suma a los 45.000 millones de dólares que requirió el año pasado, en el que tuvo que afrontar el gasto extra de cancelar la deuda con los fondos buitre, con quién Macri decidió saldar de esa forma la disputa que aquellos mantenían con el Gobierno anterior de Cristina Fernández de Kirchner.
