El Gobierno de Tabaré Vázquez, en Uruguay, ha presentado unos nuevos proyectos que desde el Ejecutivo definen como “austeros y cautelosos”. El anuncio ha creado cierta controversia en el país, tanto fuera como dentro del sector político, porque implica una reducción de gastos. El Gobierno de Tabaré Vázquez, en Uruguay, ha presentado unos nuevos proyectos que desde el Ejecutivo definen como “austeros y cautelosos”. El anuncio ha creado cierta controversia en el país, tanto fuera como dentro del sector político, porque implica una reducción de gastos.
Con déficit fiscal que ha llegado al 3,4%, el equipo de Vázquez ha decidido tomar medidas y han sido estas. Jorge Gandini diputado del opositor Partido Nacional, ha considerado que el déficit de 1.900 millones de dólares que viene del período pasado (cuando gobernaba José Mujica) y es necesario ajustar las cuentas.
Alejandro Sánchez, el presidente de la Cámara de Representantes, ha agregado que esta medida no tiene que ver con la austeridad sino con la prudencia, y prudencia también parece tenerse con las inversiones de las empresas públicas.
Como por ejemplo las de la telefónica Antel, tendrán una fuerte caída, empezando por la cancelación de la polémica obra de Antel-Arena, con la consiguiente pérdida de posibles nuevos empleos. Igualmente, se han recortado los viajes oficiales al exterior para no acumular nuevos gastos.
Lógicamente, sobre qué gastos son prescindibles y cuales son necesarios, no existe acuerdo, lo mismo que si el Gobierno despilfarra el dinero o no, aunque en algo coinciden todos y es en que hay que reducir el gasto público.
