El desempleo entre los varones argentinos de menos de 29 años es del 14,1%, mientras que el de las mujeres se mantiene prácticamente estancado. Así lo aseguran los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) anunciados el pasado jueves. El desempleo entre los varones argentinos de menos de 29 años es del 14,1%, mientras que el de las mujeres se mantiene prácticamente estancado. Así lo aseguran los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) anunciados el pasado jueves.
Según el diario La Nación, la principal culpable de ello es la recesión económica, que ha hecho que las mujeres dejen de buscar empleo (según los expertos debido a la creciente distribución de los planes sociales) y que los más jóvenes no encuentren ocupación.
La tasa de empleo de los jóvenes de hasta 29 años se ha derrumbado en 3,3 puntos porcentuales, lo que ha hecho que llegue al 54,2%. Esto tiene que ver, en parte, con la reducción de la tasa de actividad entre los argentinos de esta edad, que ha quedado reducida en 2,7 puntos.
Para los especialistas del mercado laboral, esta caída tiene que ver con el ‘efecto desaliento’, que hace que las personas que han estado buscando trabajo por un tiempo prolongado lo hagan tras no encontrar nada.
Dichos especialistas, además, cuestionan la fuerte caída de la tasa de actividad en un contexto de recesión, alta inflación y licuación salarial. Pues en esa época, las personas tienden a volcarse cada vez más en el mercado laboral para mantener o aumentar su poder de compra real.
Muchos aseguran que forzar la caída de la tasa de actividad es para algunos la forma que ha encontrado el Indec para esconder estadísticamente la mayor destrucción del empleo.
Así lo cree el economista jefe de Ieral de la Fundación Mediterránea, Marcelo Capello, “en medio de una recesión económica, los primeros empleos que se destruyen son los informales, y eso impacta directamente sobre los más jóvenes, que tienen en un alto porcentaje de trabajos no registrados o en negro”.
Desde su punto de vista durante el segundo trimestre del año los jóvenes de 18 a 24 años desocupados, los llamados ‘Ni-Ni’ (que ni estudian ni trabajan) y aquellos con empleos precarios suman unos 3,4 millones.
