Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Los casos de HidroAysén y La Polar vuelven a golpear al presidente chileno

Semana negra para Sebastián Piñera

Mala semana para el conservador Sebastián Piñera, presidente chileno. En apenas cinco días, el escándalo financiero de la empresa minorista La Polar ha estallado y sus repercusiones se han extendido de tal forma que la oposición ya lo utiliza abiertamente en su contra para criticar a varias figuras de su gobierno, especialmente a los ministros de Economía y Hacienda. Por otro lado, su proyecto energético estrella, HidroAysén ha generado un enorme rechazo entre la ciudadanía y esta misma semana ha sido paralizado por las autoridades judiciales a causa de las dudas que genera. Dos duros golpes para un presidente cuya popularidad entre los chilenos ha caído a un escaso 36%. Mala semana para el conservador Sebastián Piñera, presidente chileno. En apenas cinco días, el escándalo financiero de la empresa minorista La Polar ha estallado y sus repercusiones se han extendido de tal forma que la oposición ya lo utiliza abiertamente en su contra para criticar a varias figuras de su gobierno, especialmente a los ministros de Economía y Hacienda. Por otro lado, su proyecto energético estrella, HidroAysén ha generado un enorme rechazo entre la ciudadanía y esta misma semana ha sido paralizado por las autoridades judiciales a causa de las dudas que genera. Dos duros golpes para un presidente cuya popularidad entre los chilenos ha caído a un escaso 36%.

Esta semana la noticia saltaba a la actualidad informativa con una fuerza inusitada en un país polarizado por el proyecto energético: un juez ha admitido a trámite tres recursos de protección interpuestos por opositores y ecologistas contra la resolución de la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Aysén por la que se aprobaba el proyecto HidroAysén, en el que participa la italiana Endesa. En un país con necesidades energéticas apremiantes, el Gobierno de Piñera pretendía impulsar la construcción de cinco presas hidroeléctricas en La Patagonia, algo a lo que se oponen el 74% de los chilenos y que ha generado manifestaciones y protestas en todo el país. Ahora, HidroAysén se encuentra totalmente paralizado.

«El tribunal de alzada (apelación) acogió una orden de no innovar presentado en contra de la resolución que aprobó, lo que significa que el proyecto se encuentra paralizado hasta que no se resuelva el fondo del asunto», ha señalado en un comunicado las autoridades judiciales de Puerto Montt, ciudad chilena del sur donde se ha dado los recursos.

Según opositores y ecologistas, el proyecto, que prevé la construcción de cinco grandes presas, será muy dañino para la fauna y flora de La Patagonia y pondrá en peligro el derecho de los chilenos a vivir en un ambiente limpio. El presidente del Senado chileno, Guido Girardi, férreo crítico de HidroAysén y opositor a Piñera, ha celebrado la resolución al afimar que la resolución protege «el derecho de todos los chilenos, poniendo el bien común por delante como prioridad y no los intereses de las empresas como se había estado haciendo hasta el momento».

Ahora, el millonario proyecto, en el que participa la italiana Endesa junto con la chilena Colbún y que asciende a 3.200 millones de dólares (2.200 millones de euros), se encontrará paralizado al menos durante seis o siete meses, mientras se tramitan los recursos. La resolución supone un duro varapalo para Sebastián Piñera, impulsor del proyecto ya que, según defiende, es necesario para abastecer de electricidad el fuerte crecimiento que viene arrojando el país en los últimos años.

El mayor problema a que se enfrenta el presidente, cuyos detractores le acusan de dirigir Chile como si de una empresa privada se tratara, es el de que su popularidad reciba un nuevo golpe por esta decisión judicial. En un país que mayoritariamente se ha manifestado contra HidroAysén (según las encuestas, un 74% de los chilenos se opone a su puesta en marcha), la paralización puede cargar de razón a aquellos que desde un principio mantuvieron que las cinco presas eran un peligro y que su tramitación había sido irregular. Lo que, en último término, podría restarle apoyos políticos y poner en el aire la carrera a la reelección en 2013.

Pero la paralización de su proyecto energético no ha sido el único varapalo que Piñera ha recibido esta semana. El escándalo financiero de la minorista La Polar también está comenzando a convertirse en arma arrojadiza en la política chilena, con continuas acusaciones entre el gobierno y la oposición. Sus adversarios, especialmente el diputado socialista Camilo Escalona, han cargado contra el ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, al que creen culpable de haber relajado la vigilancia sobre la minorista.

Fontaine, a su vez, ha respondido al afirmar que los gobiernos de la Concertación anteriores no llevaron a cabo una supervisión adecuada sobre La Polar. «Hemos constatado que durante el 2008 y el 2009 se recibieron por parte del Sernac 280 reclamos contra La Polar, por repactación unilateral de deudas, y no conocemos que el Sernac, durante el gobierno anterior, haya hecho acción alguna en base a esos reclamos», ha afirmado el ministro ante los parlamentarios.

La Polar saltó a los medios después de que se descubriera que llevaba a cabo renegociaciones de las deudas de clientes morosos sin su consentimiento, lo que permitía a la empresa reducir sus provisiones en caso de impago, mejorar sus resultados financieros y otorgar información falsa a los mercados. sus acciones fueron suspendidas por el severo correctivo con que le castigó la Bolsa chilena, ya que llegaron a perder casi el 42% de su valor, y una semana después, tras su salida de nuevo, el impacto fue aún mayor y se han desplomado casi un 70%.

La compañía otorgaba tarjetas de créditos especiales a sus clientes con las que pagar en condiciones muy favorables todo tipo de productos, con especial protagonismo para elementos de electrónica, como móviles o televisores. Los clientes que no pagaban durante tres periodos consecutivos eran “repactados”; es decir, su deuda se renegociaba automáticamente y, en vez de pasar a engrosar la lista de morosos, continuaba listado como cliente, lo que permitía a la empresa ocultar el valor real del riesgo de impago, lo que a su vez le daba la oportunidad de reducir sus provisiones. Las deudas de 418.000 clientes han sido infladas por este método sin su consentimiento, por lo que se espera una avalancha de denuncias contra La Polar.

Analistas señalan el escándalo que supone el hecho de que los auditores de la empresa no se dieran cuenta de lo que estaba pasando. Al mismo tiempo, desde la oposición se carga contra los organismos oficiales de las superintendencias de Valores y Seguros y la de Bancos, encargadas de la supervisión financiera. De hecho, el Congreso ya ha instaurado una comisión de investigación para esclarecer lo sucedido y depurar responsabilidades.

Tanto HidroAysén como La Polar pueden acabar pasándole factura a Sebastián Piñera, cuya popularidad ha caído a un bajísimo 36% en apenas siete meses. Si en octubre contaba con un 63% de apoyo, justo después del mediático rescate de los mineros de la mina San José, hoy se reduce pues casi a la mitad. Del mismo modo, un 56% de los chilenos desaprueban su gestión. Estos datos, del mes de mayo, podrían agravarse aún más tras la semana negra que Piñera acaba de vivir. En el futuro, si continúa la tendencia, el presidente podría ver en peligro su carrera y su reelección en las elecciones de 2013.

Más información

Scroll al inicio