El presidente de la Federación de Industria del Estado de Sao Paulo, Paulo Skaf, ha asegurado que el sector está preocupado con la situación económica que atraviese Brasil, pues la economía crecerá este año por debajo del 1% y la inflación alcanzará el 6,5%. El presidente de la Federación de Industria del Estado de Sao Paulo, Paulo Skaf, ha asegurado que el sector está preocupado con la situación económica que atraviese Brasil, pues la economía crecerá este año por debajo del 1% y la inflación alcanzará el 6,5%.
Así las cosas, el pasado jueves Skaf ha afirmado que el sector industrial cerrará el año con una caída del 7,4%, lo que se traducirá en una rebaja de los empleados, que son 150.000 menos que en el año precedente.
En una rueda de prensa el empresario ha mostrado su inquietud ante estos asuntos, tal y como recoge la prensa latinoamericana. “Estamos preocupados porque vamos a cerrar un año sin crecimiento económico, con crecimiento negativo en la industria y entraremos en otro año que no será muy diferente. No tenemos nada que conmemorar”, ha señalado.
Según datos oficiales, entre enero y septiembre la economía brasileña ha crecido un 0,20% t se espera que este año, la expansión del Producto Interior Bruto (PIB) se sitúe en el 0,80%, lo que lamenta el industrial.
Además, se ha mostrado ansioso por escuchar las “medidas concretas” del nuevo equipo económico de la presidenta Dilma Rousseff, mientras ha puesto sus esperanzas en el nuevo ministro Joaquim Levy, del que ha destacado su “calidad y profesionalidad”.
En cualquier caso, Skaf ha aprovechado la ocasión para sugerir algunas medidas que debería tomar el Gobierno como reducir la tasa básica de interés (situada en el 11,75%), combatir la volatilidad del real brasileño, aumentar las concesiones y estimular las exportaciones.
Aunque se ha opuesto a un posible aumento de los impuestos por parte del Ejecutivo brasileño, pues es una medida que, en caso de ser adoptada para equilibrar las cuentas públicas, será rechaza por al industria de forma “enérgica”.
Por otro lado, ha destacado también la “gravedad” de la crisis hídrica que desde hace meses golpea a Sao Paulo, el estado más poblado de Brasil, aunque no considera necesario un racionamiento energético para 2015.
