La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, sigue dispuesta a ampliar la batería de restricciones en la venta de divisas internacionales. La nueva medida del Gobierno consiste en que las compras en el extranjero con tarjetas de crédito deberán pagar desde octubre un 15% más. Esta nueva disposición podré leerse hoy en el Boletín Oficial y podrá ser deducida de los impuestos a los ingresos o a los bienes, así lo ha considerado este jueves la autoridad tributaria del país, que busca controlar los crecientes gastos con divisas. La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, sigue dispuesta a ampliar la batería de restricciones en la venta de divisas internacionales. La nueva medida del Gobierno consiste en que las compras en el extranjero con tarjetas de crédito deberán pagar desde octubre un 15% más.
Esta nueva disposición podré leerse hoy en el Boletín Oficial y podrá ser deducida de los impuestos a los ingresos o a los bienes, así lo ha considerado este jueves la autoridad tributaria del país, que busca controlar los crecientes gastos con divisas.
Muchas son las medidas que ha ido tomando el Gobierno para frenar la salida de capitales del país y generalizar el uso del peso. Aunque los medios latinoamericanos se toman esta medida más bien como un “cierre del acceso de los argentinos a comprar moneda extranjera”.
La iniciativa, que el Ejecutivo de Fernández se ha negado a tratar como “nuevo impuesto”, incluirá los movimientos de las tarjetas desde el mes de septiembre. Así lo ha comentado el jefe de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray.
“Este pago podrá ser utilizado para cancelar ganancias y bienes personales por parte de los contribuyentes de alto poder adquisitivo”, ha asegurado Echagaray. Aunque no han podido conocerse muchos más detalles.
Al parecer la medida no será de uso generalizado, sino que abarcará a los dueños de alrededor de 168.000 tarjetas con gastos de unos 7.400 millones de pesos (1.600 millones de dólares) en el último año.
Esta medida podría estar inducida porque el consumo de los argentinos en el exterior con tarjetas de crédito emitidas por bancos locales aumentó en los últimos meses. Esta situación se ha debido a que se convirtió en el único modo de pagar bienes y servicios en divisas al precio del mercado oficial.
Aunque no se han dado demasiados datos al respecto, la prensa internacional destaca una brusca depreciación del peso en el mercado paralelo, donde cotiza un 40% por debajo de su cambio oficial.
El peso cerró ayer su cotización en el mercado oficial en 4,6 4,6325 unidades por dólar, mientras que en el mercado paralelo se cambiaba a 6,37 pesos por billete verde.
