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El oficialismo brasileño pierde el apoyo de un importante aliado de cara a las elecciones de 2014

Los socialistas abandonan a Rousseff

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff ha vivido una semana de altibajos. Mientras gana fuerza entre los ciudadanos por su desplante a Obama, la mandataria, sin embargo ha perdido el apoyo de uno de sus aliados: los Partido Socialista ha abandonado la coalición que respalda al Gobierno. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff ha vivido una semana de altibajos. Mientras gana fuerza entre los ciudadanos por su desplante a Obama, la mandataria, sin embargo ha perdido el apoyo de uno de sus aliados: los Partido Socialista ha abandonado la coalición que respalda al Gobierno.

La decisión pone de manifiesto las intenciones de los socialistas brasileños, que su líder, Eduardo Campos, se postule como candidato presidencial de cara a los próximos comicios de octubre de 2014. Con este movimiento, la formación se desvincula de Rousseff, que presumiblemente se presentará a la reelección.

El partido no ha escondido sus pretensiones. “Seremos libres de debatir el futuro de Brasil e incluso debatir la posibilidad de tener o no una candidatura propia en 2014, que es un deseo de nuestra militancia”, ha afirmado Campos, también gobernador del estado nororiental de Pernambuco.

La formación ha aclarado que no pasarán “directamente a la oposición”, si no que al abandonar el Ejecutivo pretenden “discutir libremente sobre el futuro de Brasil”. En este sentido, adoptarán una postura “independiente” y apoyarán aquellas medidas que consideren correctas, aunque sean impulsadas por la presidenta.

Con esta salida, el Partido Socialista Brasileño (PSB), renuncia a los dos ministerios que tenía: el de Integración Nacional, liderado por Fernando Becerra, y el de Puertos, a manos de José Leonidas Cristino, así como a todos los demás cargos que poseía en el Ejecutivo.

Además, de la renuncia de estos cargos, el abandono de los socialista supone un fuerte revés para Rousseff, pues el oficialismo perderá un importante número de parlamentarios. Los socialistas cuentan con 32 diputados.

También puede trastocar las opciones de la mandataria a la reelección. Según las últimas encuestas sobre intención de voto, Rousseff contaría con un apoyo del 35% de los votos, le seguiría Marina Silva con el 31% y Aecio Neves con un 15%, mientras que Campos obtendría un 7%. Pero casi confirmada la intención del PSB de presentarse a las elecciones, parte del apoyo a Rousseff podría pasar a sus ahora rivales.

La alianza con Campos siempre ha sido muy importante para el Partido de los Trabajadores (PT). Según comenta la prensa local, Lula había llegado a ofrecerle la vicepresidencia de la República e incluso el PT había pensado en proponerle como candidato en los comicios de 2018.

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