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AMERICA EN FOCO

Nada es para siempre

La gran mayoría de los analistas coincidía, en que una noche de brujas recibiría al presidente Obama, sin embargo nadie esperaba tal pesadilla. El ‘Elefante Republicano’ logró mantener el control de la Cámara de Representantes y obtuvo la mayoría en el Senado. La gran mayoría de los analistas coincidía, en que una noche de brujas recibiría al presidente Obama, sin embargo nadie esperaba tal pesadilla. El ‘Elefante Republicano’ logró mantener el control de la Cámara de Representantes y obtuvo la mayoría en el Senado.

De esta manera, el presidente de Estados Unidos deberá afrontar sus últimos dos años de gobierno con el Congreso dominado por la oposición, el Partido Republicano obtuvo su mayor victoria electoral desde que el demócrata Barack Obama llegó a la Casa Blanca en 2009. Impulsados por el descontento con el presidente, aún entre los votantes demócratas, los republicanos conquistaron el Senado, hasta ahora con una mayoría del Partido Demócrata, y ampliaron su mayoría en la Cámara de Representantes. Ahora hay un presidente debilitado, en retirada y en minoría legislativa.

El Old Tea Party se impuso en bastiones progresistas como Maryland, Massachusetts e Illinois, los republicanos han ocupado nuevos espacios de poder en Washington. En 2009 el Senado y la Cámara de Representantes eran demócratas. Los republicanos ganaron la mayor cantidad de diputados desde los tiempos de la presidencia demócrata de Harry Truman, en los años 40, a efectos de sumarle males a los ‘Burros demócratas’, en las elecciones de medio término, los republicanos sumaron al menos 14 bancas a los demócratas y lograron como mínimo 243 del total de 435 bancas, mientras que el oficialismo cosechaba 176 escaños.

Sin embargo la ‘Madre de Todas Las Batallas’ era por el Senado, donde los republicanos necesitaban sumar seis escaños para obtener la mayoría. Los senadores opositores quienes lograron conquistar la mayoría del Senado, al ganar los seis nuevos puestos que necesitaban.

Carolina del Norte ha sido el sexto de los triunfos, junto a los de Arkansas, Dakota del Sur, Montana, Virginia Occidental y Colorado, que otorgan a los republicanos los escaños necesarios para controlar la Cámara alta, que era dominada por los demócratas, y que renovaba a un tercio de sus miembros. Virginia, tradicional bastión demócrata, podría también terminar en manos del bando rival.

En Luisiana ninguno de los candidatos alcanzó el 50%, por lo que habrá una nueva votación el 6 de diciembre. Lo notable, que ha dejado atónito a más de uno, es que los republicanos conquistaron en la elección para gobernador algunos estados que son históricos bastiones demócratas como Massachusetts, (el estado de los Kennedy), Illinois (donde creció políticamente Obama) y el progresista Maryland.

En general, estos comicios suelen ser dramáticos para los partidos en el poder y de hecho todos los presidentes desde Ronald Reagan han gobernado con el Congreso en contra. Pero la victoria de ayer fue aún más amplia. En todo el país sobrevoló el voto de castigo, promesas incumplidas: dos tercios de los que fueron a las urnas dijeron que están enojados o desencantados con la gestión de Obama, a pesar del repunte económico de los últimos tiempos, con crecimiento del 3% y caída del desempleo al 5,9%, no llegó aún a ser percibido por la gente, que piensa que el país va en una “dirección incorrecta” y que estima que la próxima generación estará “peor” que la actual. El mapa electoral tuvo que ver también en la amplitud de la derrota. Un dato que seguramente no pasará desapercibido para los demócratas, sus bases jugaron un partido con liviana intensidad, ejemplos al canto, el apoyo de los latinos, descendió respecto de otros comicios.

Un 69% de los hispanos votó por un candidato demócrata a la Cámara de Representantes, 6 puntos menos que en las legislativas de 2010, mientras un 27% lo hizo por un republicano. Los latinos están desilusionados debido a que Obama postergó al fin de los comicios su prometida reforma

migratoria.

Es de esperar si cumple en impulsarla, sin olvidar que es un electorado clave para la carrera presidencial del 2016.A su vez, los candidatos republicanos no cometieron gafes ni errores groseros como en la campaña de 2010 y 2012, cuando hablaron de “violaciones justificadas”.

Además, dejando el lado del camino su retraso tecnológico, se adecuaron a los tiempos y se volcaron masivamente al uso de las redes sociales para movilizar a los votantes. Tuvieron más candidatos jóvenes y pertenecientes a minorías. Un ejemplo fue Mia Love, que se convirtió anoche en la primera negra -e hija de inmigrantes haitianos- electa por el Partido Republicano para ocupar un asiento en la Cámara de Representantes, por el Estado de Utah, motorizada por una historia de vida atrapante, una republicana de pura cepa, y por si fuese poco, carisma.

Mia nació en diciembre de 1975 bajo el nombre de Ludmya Bourdeau en Brooklyn, Nueva York, un año después de que sus padres llegaran de Haití, huyendo de la pobreza, la violencia, sin esperanza, Mía, repitió durante su carrera política que sus padres llegaron al país con sólo diez dólares en sus bolsillos

Por si algo faltase para ensalzar la victoria republicana, resulta que el empresariado estadounidense descorcha champagne, esperando que los legisladores vuelquen su atención a las prioridades que no han logrado abordar en los últimos años: impuestos a las empresas, inmigración, comercio y energía.

La nueva mayoría republicana en el Senado, sumada a su control de la Cámara de Representantes, no eliminará automáticamente los escollos que han bloqueado la formulación de leyes en Washington durante años, sobre todo porque la Cámara alta necesita 60 votos para someter proyectos de ley a votación. Recordemos que el presidente Barack Obama tiene poder de veto. Sin embargo los grupos económicos no pierden las esperanzas en que algunos proyectos de ley que según ellos impulsarán el crecimiento económico avancen en la nueva legislatura. De hecho, algunos republicanos han expresado interés en trabajar con Obama en temas de interés común, a saber, reforma tributaria y política comercial.

Así están las cosas, dada las circunstancias, rápidos de reflejos los precandidatos a las presidenciales calientan motores, se alistan en la grilla, por los republicanos, Jeb Bush, ex gobernador de Florida. Hijo de George y hermano de George Walker, la pregunta del millón, los elefantes nominarán a un tercer miembro de la familia texana, incógnita abierta.

Chris Christie, gobernador de Nueva Jersey. Se impuso en la reelección estatal con apoyo de las minorías, se lo considera como un candidato con panorama abierto a nivel nacional.

Scott Walker, gobernador de Wisconsin, reconocido por las batallas que libró contra los sindicatos, ganándose la admiración de los activistas conservadores.

Marco Rubio, senador de Florida. Fue promovido por el movimiento conservador Tea Party y desde entonces se volcó hacia otros sectores del electorado.

Rand Paul, senador por Kentucky, se autodefine como un conservador constitucional, intenta ampliar su base electoral en audiencias con votantes jóvenes y minorías.

Por los demócratas

Hillary Clinton, ex secretaria de Estado. De reconocida experiencia y sólida trayectoria, as de espada del partido para la Casa Blanca, según últimos sondeos.

Joe Biden, actual vicepresidente, senador durante seis períodos, precandidato presidencial en dos ocasiones, juega en volver a intentarlo, algunos sectores del partido no se entusiasman con una tercera oportunidad, lo ven desgastado.

Martin O’Malley, gobernador de Maryland. Pasó los últimos dos años comprometiéndose fuertemente en la campaña, caminando todo el país, estima que llegó su momento.

Elizabeth Warren, senadora de Massachusetts, profesora de Harvard, referente de la izquierda que se revela contra las desigualdades sociales. Hasta el momento rechazó ser candidata, pero es una de las favoritas de los sectores más progresistas.

Bernie Anders, senador de Vermont. Político independiente, se declara abiertamente como socialista, y eventualmente, podría ser candidato demócrata y apelar a los votos de izquierda.

Pues bien, como vemos el tablero americano se bambolea a ritmo frenético, sorpresas para algunos, para otros pura lógica, lo mejor está por venir, good show para todos.

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