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EL NUEVO MODO

Modelo de gestión

En este artículo intentamos un finiquito y síntesis de lo que hemos venido planteando respecto a un modelo de acción o gestión política. Uno que sirva a la política democrática frente a los neototalitarismos. En este artículo intentamos un finiquito y síntesis de lo que hemos venido planteando respecto a un modelo de acción o gestión política. Uno que sirva a la política democrática frente a los neototalitarismos. En el caso venezolano actual, a una efectiva oposición al régimen castro-madurista, aunque no al colaboracionismo de los partidos de la MUD.

Ya hemos hecho referencia a los cuatro contenidos necesarios: 1°) el postulado (y denuncia) en el plano de los valores, principios y conceptos democráticos básicos, 2°) el reconocimiento y defensa del valor central de unas condiciones electorales apropiadas para una democracia real, 3°) la procura del bloque social nacional que liderará la nueva ruta de prosperidad y consolidación democrática, y 4°) el conjunto de propuestas sobre los propósitos y contenidos que orientarán la acción política.

Pero, para lo anterior se exige una organización en dos o tres niveles, por lo menos: 1°) lo macro, 2°) lo micro y, en casos, 3°) lo meso.

Esa organización asumirá tales contenidos como objeto de la gestión, en los siete momentos de su ciclo integral. 1°) la exploración prospectiva, 2°) La planificación, 3°) la organización, 4°) la alta dirección, 5°) la gerencia operacional (la acción), 6°) la coordinación y 7°) la evaluación y el control.

Y, finalmente, los problemas, los objetivos y las acciones para resolver los primeros, en función de los segundos, deberán ser presentados en cuatro categorías de manejo: 1ª.) lo global, 2ª.) lo sectorial, 3ª.) lo territorial y 4ª.) lo institucional.

El centro e inicio del asunto está en la organización de los recursos humanos disponibles para gestionar, en su nivel de actuación, los diversos contenidos, de modo de manejar válidamente las cuatro categorías de resultados necesarios.

Dicho de manera más sencilla: la materia prima son ciudadanos, que se vinculan a un proceso organizativo que gestiona contenidos para producir diversas presentaciones a la sociedad.

¡Vayamos a ejemplos! Todos, tomados de nuestras recientes conversaciones y reuniones con otros interesados en una nueva política opositora en Venezuela: intentemos, entonces, definir la acción en el campo de la denuncia, el enfrentamiento de la mentira, la propuesta, la acción, la organización, la lucha, etc.

El Dr. Jesús Bolaño dispone de unos muy interesantes análisis y propuestas para la acción de deslegitimación del régimen y el éxito de un discurso alterno de corte democrático y progresista. Aunque su acción puede tener un efecto global macro (si logra el alcance necesario y los recursos para ello), en realidad su valor agregado es principalmente sectorial (lo cultural) y tiene exigencias fundamentalmente operacionales. La organización que requiere es de corte ejecutivo, pero vinculado a un manejo macro.

César Guillén, activista ligado al mundo sindical, también puede contribuir a lo macro (inflación, desempleo, etc.), pero su acción, en el momento actual, es principalmente en el nivel meso: cómo armar una acción económica, no en el plano del diseño de políticas económicas, pero sí en la movilización coordinada de trabajadores, empresarios y políticos para incentivar el enfrentamiento a la nefasta acción económica oficial y hacer avanzar una política alterna.

En mi caso, me interesa el montaje del proceso integral de gestión política, la revisión de sus requerimientos de insumos y procesos y su impulso, monitoreo y toma de decisiones para el pleno éxito. La organización que requiere es macro, pasa por todos los momentos de la gestión y debe presentar resultados coherentes en las cuatro categorías de manejo.

Como notan, debe haber una organización macro, diversas meso y muchas en lo micro. Hay una organización –hablo en singular- de todo el proceso, que incluye organizaciones –tiene que ser en plural- múltiples.

¿Complicado? Pues, no. Complicado es hacerlo sin organización, dirección, capacidad ejecutiva, coordinación, evaluación y control. Y si no complicado, será entonces ineficiente y con fallas en la efectividad.

¿Es un diseño a montar de una buena vez? No. Si se pudiere (capacidades y recursos), se haría; pero, la realidad observada y la experiencia me dicen que el montaje debe ser progresivo. De lo mínimo a lo máximo. Pero, rigurosamente, exigiéndose atender lo macro. Es el nivel que explica y resuelve el problema.

¿Cómo hacerlo? Hay diversas maneras. Le he planteado a algunos, con insistencia, probar articulando o coordinando acciones. Dos o tres organizaciones complementarias se acuerdan para una iniciativa común. La apuesta es que en poco tiempo otros emularán esa iniciativa. O emprenderán una común, amplia. Por otro lado, o en otro nivel, se intentará un mínimo de dirección política.

Claro que todo lo anterior choca con el modelo carismático (caudillista) imperante en la política venezolana. Como ya dicho, caudillo no organiza, sino que manda. Agréguele a eso el vedetismo de algunos. Se creen el centro de la galaxia y, por lo tanto, los que se las saben todas. ¿No se han topado con personajes así?

Pues, en la Venezuela de la pesadilla toca pasarles por encima. El país está en grave riesgo. Así a muchos no les importe. Se exige un modelo que resuelva.

* Santiago José Guevara García

(Valencia, Venezuela)

[email protected] / @SJGuevaraG1

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