El Gobierno de Nicolás Maduro advierte en un comunicado de las posibles consecuencias en forma de inestabilidad regional ya que «desestabilizar Venezuela tendrá efectos más allá de nuestras fronteras». Venezuela ha solicitado, a través de un comunicado difundido por su Canciller, Delcy Rodríguez, a través de su cuenta en la red social Twitter, la suspensión de la sesión de la Organización de Estados Americanos (OEA) convocada para mañana.
Según el Gobierno de Maduro, dicha reunión vulnera las normas que rigen a dicha organización y la califica como una última ofensiva que se viene desarrollando contra el Estado venezolano desde «un grupo de países que ha conformado una facción minoritaria, y ha fomentado un ambiente internacional pernicioso sobre el transcurrir de la vida democrática en Venezuela, pretendiendo socavar su soberanía e independencia», recoge el comunicado.
Además, se advierte sobre las posibles consecuencias en la estabilidad regional al señalar que «Venezuela alerta sobre las graves consecuencias y peligros que se ciernen sobre la vigorosa democracia venezolana y su exitoso modelo de derechos humanos, dirigidos desde la OEA contra el sistema constitucional de nuestra Patria. Desestabilizar Venezuela tendrá efectos más allá de nuestras fronteras».
La sesión de mañana en la OEA llega después de que su secretario general, Luis Almagro, pidiese activar la Carta Interamericana Democrática contra el país presidido por Nicolás Maduro ya que acusa a éste de vulnerar los principios democráticos y del Estado de derecho.
Como resultado, México, Colombia, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, EE.UU., Perú, Paraguay, Uruguay, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Jamaica, Bahamas, Barbados y Santa Lucía han pedido celebrar la reunión de mañana para valorar las acusaciones de Almagro.
