Los conflictos y escándalos políticos le están pasado factura al Gobierno chileno de Sebastián Piñera, que ha recibido un aviso por parte de los ciudadanos al perder las elecciones municipales celebradas el domingo. La opsición de centro-izquierda, se ha impuesto a la derecha gobernante en unos comicios marcados por una fuerte abstención, cercana al 60%. Los conflictos y escándalos políticos le están pasado factura al Gobierno chileno de Sebastián Piñera, que ha recibido un aviso por parte de los ciudadanos al perder las elecciones municipales celebradas el domingo. La opsición de centro-izquierda, se ha impuesto a la derecha gobernante en unos comicios marcados por una fuerte abstención, cercana al 60%.
El resultado supone un fuerte golpe para Piñera a un año de las elecciones presidenciales que se celebrarán en noviembre de 2013 y sitúa como favorita a la expresidenta socialista Michelle Bachellet.
El conglomerado de la oposición, formado por la Concertación Democrática, el Partido Comunista y grupos independientes sumaron el 43,21% de los votos, mientras que Coalición para el Cambio liderada por el mandatario chileno se quedó en un 37,57%.
La derecha ha reconocido la derrota en distritos relevantes. En Santiago Centro, el municipio más importante, el alcalde Pablo Zalaquett, cayó derrotado ante Carolina Tohá, exportavoz Bachelet, del socialdemócrata Partido por la Democracia (PPD).
En total, la oposición de centroizquierda se ha hecho con cerca de 25 municipios más de los que estaban bajo su control hasta ahora, unas administraciones que estaban en manos de la centroderecha que gobierna el país.
Pero lo que ha marcado estos comicios es la elevada abstención en las primeras elecciones en las que el voto no era obligatorio para los chilenos. El propio Piñera lamentó la baja participación ciudadana, que calificó como “señal de alerta”.
