Telefónica elevó un 65,6% su beneficio en los nueve primeros meses del año, hasta los 8.835 millones de euros. La compañía atribuye fundamentalmente este fuerte repunte al impacto neto positivo de 3.476 millones procedentes de Vivo. Aunque esta operación ha distorsionado en parte la cuenta de resultados, el grupo también ha constatado una aceleración en el ritmo de crecimiento de los ingresos, sobre todo en Latinoamérica. La cifra de negocios en esta región alcanzó los 18.435 millones de euros, un 6,9% más en términos orgánicos, a pesar del efecto negativo de la devaluación en Venezuela. Telefónica elevó un 65,6% su beneficio en los nueve primeros meses del año, hasta los 8.835 millones de euros. La compañía atribuye fundamentalmente este fuerte repunte al impacto neto positivo de 3.476 millones procedentes de Vivo. Aunque esta operación ha distorsionado en parte la cuenta de resultados, el grupo también ha constatado una aceleración en el ritmo de crecimiento de los ingresos, sobre todo en Latinoamérica. La cifra de negocios en esta región alcanzó los 18.435 millones de euros, un 6,9% más en términos orgánicos, a pesar del efecto negativo de la devaluación en Venezuela.
Un cambio en las normas contables obliga a las empresas a valorar toda su participación en una compañía al precio al que se haya adquirido la última parte del capital. Tras subir varias veces su oferta, Telefónica pagó 7.500 millones a Portugal Telecom por un 30% de la operadora brasileña de móviles. Eso le ha permitido calcular que el valor razonable del 50% que ya le pertenecía era muy superior al que tenía contabilizado y apuntarse la diferencia como beneficio, es decir casi 3.500 millones de euros.
Pese a este apunte, los resultados se han situado ligeramente por debajo de lo que esperaban los analistas, debido al aumento de los impuestos. Según destaca la compañía en una nota, el gasto por impuestos en los nueve primeros meses del año alcanzó 2.730 millones de euros e incluyó 321 millones de efectos fiscales derivados de la revalorización de la participación preexistente en Vivo.
La compañía logró elevar los ingresos un 6%, hasta los 44.280 millones de euros. La cifra de negocios “refleja una sólida evolución y aumenta el ritmo de crecimiento, debido al mejor comportamiento de todas las regiones y las ventajas de la diversificación”, apunta la operadora. La empresa sigue avanzando en la diversificación de sus ingresos, y así Telefónica España ya sólo representa el 32% de los ingresos del Grupo, y el 67% procede de ingresos generados por Telefónica Latinoamérica y Telefónica Europa.
Las plusvalías por la compra de Vivo han provocado que el resultado operativo antes de amortizaciones (Oibda) creciera un 22,5% en los primeros nueve meses de 2010 hasta 20.368 millones de euros. En términos orgánicos, decrece un 2,3% interanual por el impacto negativo de los resultados en España y por los gastos de reestructuración contabilizados en Alemania en el tercer trimestre del año (202 millones de euros).
El fuerte incremento de la actividad comercial registrada por las operadoras del grupo en todos sus mercados ha permitido alcanzar un total de 281,8 millones de accesos totales, el 7,1% más que al cierre de septiembre de 2009 en términos orgánicos. Por áreas geográficas destaca la expansión de la base de clientes de Telefónica Latinoamérica (+9,4% interanual).
Muy mal se tienen que dar las cosas para que el beneficio de Telefónica a cierre de año no sea el más alto de toda su historia. Sólo le bastaría ganar 71 millones de euros en el cuarto trimestre para a superar su récord hasta ahora, los 8.906 millones de 2007. En este escenario, no es extraño que, una vez más, la compañía que capitanea César Alierta haya reiterado los objetivos financieros del año y hasta 2012, incluyendo los dividendos. Telefónica se ha comprometido a repartir 1,40 euros por acción en 2010 y un mínimo de 1,75 euros por título en 2012.
