La agencia de calificación crediticia Standars & Poor’s ha anunciado que los esfuerzos de Brasil por reducir su deuda pueden provocar una “rápida mejora en su calificación”, según Sebastián Briozzo, director de la agencia en América Latina. Estas palabras surgen tras la promesa de Dilma Rousseff, presidenta electa de Brasil, de orientar su política económica hacia ese objetivo. La agencia de calificación crediticia Standars & Poor’s ha anunciado que los esfuerzos de Brasil por reducir su deuda pueden provocar una “rápida mejora en su calificación”, según Sebastián Briozzo, director de la agencia en América Latina. Estas palabras surgen tras la promesa de Dilma Rousseff, presidenta electa de Brasil, de orientar su política económica hacia ese objetivo.
En una nota divulgada este semana, la agencia Standard & Poor’s ha dicho que la adopción de políticas de prudencia fiscal como las prometidas por Rousseff en un ambiente como el actual de crecimiento económico e inflación bajo control, permiten prever la elevación de la calificación de riesgo de Brasil.
De esta forma, la agencia da la ‘bienvenida’ al primer pronunciamiento de la futura presidenta de Brasil respecto a las directrices de su política económica. Briozzo ha afirmado que una mejora en la situación fiscal de Brasil es “muy importante” para la calificación del país.
Y es que Dilma Rousseff ha anunciado que pretende contribuir a que el Banco Central pueda reducir el tipo de interés de referencia a través de una disminución de la deuda del país. Además ha confirmado que su intención es que las tasas caigan desde el actual 6% hasta el 2%.
También ha indicado que su objetivo es reducir la deuda neta del 42% actual del Producto Interior Bruto (PIB), hasta el 38%. «En cuanto mas consigamos reducir esa relación entre la deuda pública y el producto, mas condiciones tendremos de reducir los tipos. Mi intención es proseguir esa reducción de forma gradual y sustentable», ha afirmado Rousseff.
En el discurso que pronunció Rousseff tras ser elegida primera presidenta de Brasil, anunció que en materia económica no va a variar mucho respecto a su antecesor y padrino político, Luiz Inácio Lula da Silva, pero indicó varias pistas sobre las que podrá adoptar. La ex ministra de Lula citó específicamente el control del gasto público aunque sin comprometer los programas sociales.
