El vicepresidente de Brasil, Michel Temer, solo cuenta con el 8% de los apoyo de los brasileños como futuro jefe de Estado frente al 25% que aún conserva Dilma Rousseff a pesar de encontrarse en horas bajas debido al juicio político al que debe hacer frente y que colocaría a Temer en su puesto. El vicepresidente de Brasil, Michel Temer, solo cuenta con el 8% de los apoyo de los brasileños como futuro jefe de Estado frente al 25% que aún conserva Dilma Rousseff a pesar de encontrarse en horas bajas debido al juicio político al que debe hacer frente y que colocaría a Temer en su puesto.
Todo apunta a que será Temer quien ocupará el puesto de la mandataria brasileña si finalmente es separada del cargo por el impeachment, aprobado por la Cámara de los Diputados el pasado 17 de abril y a falta de la votación en el Senado según recuerda el diario español El País.
La última encuesta del instituto Ibope, de la que se desprenden estos datos, asegura que el 62% de los brasileños prefieren nuevas elecciones a que se les imponga un sucesor que no ha emanado de las urnas. Muchos desconfían del líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y de su participación en las cuentas de 2014 (motivo por el impeachment a la mandataria).
Aunque también ha tenido que ver con la falta de confianza de los brasileños la estrategia del Partido de los Trabajadores (PT), que han tildado el movimiento para destituir a Rousseff de “golpe de estado”. Además, su nombre se ha mencionado en el escándalo de la empresa estatal Petróleos Brasileños (Petrobras), lo que ha hecho caer aún más su reputación.
