En la cuenta atrás para que Enrique Peña Nieto asuma la presidencia de México el próximo 1 de diciembre, el líder priísta podría encontrarse con un panorama financiero negativo al comienzo de su mandato debido a la subida del peso mexicano frente al dólar. Si la divisa se revaloriza un 2,3%, podría afectar a las exportaciones. En la cuenta atrás para que Enrique Peña Nieto asuma la presidencia de México el próximo 1 de diciembre, el líder priísta podría encontrarse con un panorama financiero negativo al comienzo de su mandato debido a la subida del peso mexicano frente al dólar. Si la divisa se revaloriza un 2,3%, podría afectar a las exportaciones.
El atractivo económico de México, que se ha convertido en un deseable destino de los flujos financieros, sobre todo en tiempos de problemas en Europa y EEUU, podría convertirse en una trampa mortal para el avance del país.
El incremento de fondos e inversión extranjera, como por ejemplo el crecimiento del sector automotriz con la expansión en la nación de General Motors, Honda o Volkswagen, está derivando en una fuerte subida del peso mexicano frente a la divisa estadounidense.
Actualmente, la moneda mexicana se sitúa alrededor de los 13 pesos por dólar, incluso durante la jornada de hoy a llegado a cotizar por debajo de este cambio en operaciones previas a la apertura del mercado. De momento, la situación no supone un fuerte impacto para el comercio mexicano, tal y como han asegurado a AMÉRICA ECONÓMICA fuentes del Departamento de Estrategia de la consultora Punto Casa de Bolsa.
El problema es que, según estos analistas, si el peso sube a los 12,70 por dólar, repercutiría negativamente en las exportaciones del país. Un incremento del 2,3% de la divisa mexicana supondría un gran quebradero de cabeza para el próximo mandatario de la potencia latinoamericana, que podría ver como el sueño de prosperidad económica del país se desinfla.