El presidente de EEUU cree que “no se puede mirar a otro lado” y hay que prevenir que vuelvan a gasear a niños inocentes. Durante el discurso público que pronunció este martes por la noche para explicar su posición con respecto al conflicto sirio, el presidente de los EEUU, Barack Obama, se limitó a explicar el deber moral que cree que tiene su país para responder al ataque químico y evitar así que vuelva a producirse una situación similar, que provocó 1.400 muertos el pasado 21 de agosto.
“Nuestros ideales y nuestros principios están en juego”, declaró el mandatario desde la Sala Este de la Casa Blanca, según recoge el diario español ‘El País’. Cree que lo que sucedió fue un crimen contra la humanidad que supone también una amenaza para la seguridad nacional norteamericana. Por eso, reflexiona sobre en qué mundo viviríamos si eligiéramos mirar “hacia otro lado”. En cuanto a aquellos que acusan a EEUU de querer ser la policía del mundo, Obama rechaza esta acusación y explica que, de todas las atrocidades que pasan en el planeta a diario, es imposible intervenir, pero que se puede hacer “un esfuerzo modesto” para prevenir que se gasee a niños inocentes.
Esto son los motivos que llevan a Obama a querer actuar, aunque matiza que es una opinión personal y que hay que esperar a la decisión que se tome en el Congreso, voto que se ha retrasado por petición expresa suya. Y es que cree que la diplomacia debe estudiar más a fondo si la oferta rusa de que Siria entregue todo su armamento para su destrucción, dará resultado. Aunque reconoce que es muy pronto para saberlo.
A la espera de una decisión, Obama ha solicitado al Ejército que “permanezca en la posición actual para mantener la presión sobre Asad” y poder así responder de inmediato “si la situación lo requiere”. Cree que demostrar que el mundo se interesa por este conflicto es lo que ha hecho que el régimen de Bachar Al Asad reaccione ante la amenaza real de una intervención de EEUU.
