Con reuniones previstas para hoy en las que debatirán las acciones a seguir, los trabajadores bancarios de Brasil se encaminan a completar el primer mes del paro iniciado el 6 de septiembre en demanda de un reajuste salarial. Con reuniones previstas para hoy en las que debatirán las acciones a seguir, los trabajadores bancarios de Brasil se encaminan a completar el primer mes del paro iniciado el 6 de septiembre en demanda de un reajuste salarial.
“La huelga continúa fuerte y el viernes último abarcó al 57 por ciento de todas las agencias bancarias del país, así como a 34 centros administrativos”, afirmó el presidente de la Confederación Nacional de los Trabajadores del Ramo Financiero (Contraf), Roberto von der Osten.
En declaraciones publicadas en la página web de esa organización, el dirigente sindical denunció además que “los huelguistas están sufriendo amenazas violentas y un asedio permanente”.
Y puso como ejemplo, la Orden de los Abogados de Brasil (OAB) que llegó a pedir la prisión de la presidenta del Sindicato de Bancarios de Pernambuco.
El titular de la Contraf recordó que los trabajadores del sector acumularon desde agosto del pasado año a la fecha una reducción salarial de 9,62% y los banqueros se rehúsan a “hacer mínimamente una corrección de eso”.
Mientras los bancarios en paro exigen la reposición de ese porcentual más un aumento real de los salarios en un 5%, la Federación Nacional de los Bancos (Fenaban) mantiene como propuesta un reajuste salarial del 7% y un abono adicional de 3.500 reales (unos 1.060 dólares estadounidenses) para este año. Además, una reposición de la inflación más un 0.5% de incremento real en los salarios en 2017.
“El ofrecimiento fue rechazado por el Comando Nacional de los Bancarios en la propia mesa de negociación, porque resulta insuficiente y trae solo pérdidas para los trabajadores”, añade Von der Osten.
“Resulta cada vez más evidente que la propuesta de Fenaban es una decisión tomada fuera de la mesa de negociación y está en correspondencia con la intención de promover una reducción de los salarios para atender al ajuste fiscal que está siendo impuesto por el gobierno de Michel Temer”, subrayó el titular de la Contraf.
El dirigente sindical recuerda que desde el comienzo de la campaña por el reajuste salarial “enfatizamos que el sector financiero tuvo ganancias fabulosas y está en condiciones de atender, confortablemente, nuestras reivindicaciones”.
Los beneficios de los cinco mayores bancos de Brasil (Itaú, Bradesco, Banco do Brasil, Santander y Caixa) en el primer semestre de este año rebasaron los 29.000 millones de reales (más de 9.100 millones de dólares), sin embargo en ese mismo lapso fueron recortados casi ocho mil puesto de trabajo.
