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La oposición venezolana critica los vínculos de PDVSA con la corrupción

«Cada vez que se escudriña en Pdvsa se consiguen casos de corrupción.» Es lo que opina el diputado de la Asamblea Nacional, Julio Montoya, que se aferra al caso de Francisco Illarramendi para justificar su afirmación. El banquero, que está siendo juzgado en EEUU por ser el ideólogo de una estafa piramidal y se enfrenta a una condena de 7 años de cárcel, ha reconocido que desde 2006 utilizaba el dinero de la petrolera estatal para llevar a cabo su fraude. «Cada vez que se escudriña en Pdvsa se consiguen casos de corrupción.» Es lo que opina el diputado de la Asamblea Nacional, Julio Montoya, que se aferra al caso de Francisco Illarramendi para justificar su afirmación. El banquero, que está siendo juzgado en EEUU por ser el ideólogo de una estafa piramidal y se enfrenta a una condena de 7 años de cárcel, ha reconocido que desde 2006 utilizaba el dinero de la petrolera estatal para llevar a cabo su fraude.

Montoya ha asegurado que Illaramendi manejaba el fondo de pensiones de Pdvsa y hacía negocios con esos recursos. Muchos de los negocios que llevaba a cabo no eran rentables, por lo que «al no haber retorno, llenaba el hueco con captaciones de otros accionistas», cuestión que en la legislación norteamericana no está sólo prohibida sino que es un delito federal.

El artículo 12 del reglamento de los fondos de pensiones de la petrolera estatal venezolana, establece que quien decide las inversiones del fondo es la junta directiva de Pdvsa. «Se hace evidente que se permitieron esas jugadas,» considera Montoya, que parece insinuar de esta forma que las autoridades estaban al tanto del uso que Illarramendi hacía del dinero o, al menos, del modo en que iba a gestionarlo, en inversiones de alto riesgo, para lograr beneficios.

En este sentido, Montoya considera que hay dos opciones posibles. Según el diputado, la primera opción sería que tanto Rafael Ramírez, presidente de PDVSA, como Eudomario Carruyo, presidente de la Junta Administradora del Fondo de Pensiones, «estaban en la jugada» y hay un negocio de corrupción directo. La segunda sería más venial, pero dejaría en mal lugar a los directivos, pues serían culpables de “negligencia”.

Según los últimos datos, se especula que 800 millones de dólares podrían haberse perdido de los Fondos de Pensión de la petrolera y en perjuicio de sus trabajadores. Al menos dos de sus fondos de inversión, uno de 540 millones de dólares y otro de 486 se habrían visto afectados. Según Juan Fernández, ex gerente de Pdvsa declaró que este fondo de pensiones para jubilados y pensionados, el 34% del capital de los fondos, de un total de 1.895 millones de dólares, habrían sido colocados en inversiones en el exterior.

El propio Francisco Illarramendi, bajo lo que parece una actitud colaborativa con la Corte estadounidense en busca de una reducción de penas, ha reconocido que entre 2006 y 2011 engañó a los inversionistas, acreedores y la SEC con documentos falsos que incluyeron instrumentos de deuda, cartas de bancos de inversión y verificaciones de activos de unos de sus fondos.

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