El proceso de paz abierto en Colombia con el comienzo de diálogo entre el Gobierno presidente Juan Manuel Santos y las FARC, que fue confirmado ayer por el mandatario, será positivo para el desarrollo económico del país. Así lo aseguran varios expertos en la materia en el portal económico Portafolio El proceso de paz abierto en Colombia con el comienzo de diálogo entre el Gobierno presidente Juan Manuel Santos y las FARC, que fue confirmado ayer por el mandatario, será positivo para el desarrollo económico del país. Así lo aseguran varios expertos en la materia en el portal económico Portafolio.com.
Este medio digital es uno de los más leídos por los colombianos para seguir la actualidad económica y financiera nacional e internacional y ha consultado a varios analistas sobre el impacto económico del inicio de las conversaciones para alcanzar la paz.
Según estos expertos, la economía colombiana mejorará tras este anuncio, ya que se pone a una de limitaciones para el desarrollo del país y tanto el Gobierno como el sector privado podrán destinar sus recursos hacia una mayor producción. El gasto público militar y el de las empresas privadas en seguridad se reducirá significativamente en beneficio de otras partidas.
El fin del conflicto, mejorará además la confianza internacional en el mercado y la economía colombiana, por lo que se atraerá más inversión extranjera para incrementar los recursos del país.
Javier Ciurlizza, director para América Latina de International Crisis Group, aseguró a Prtafolio.co que uno de los efectos más importantes es la ampliación del mercado interno de las ciudades a las zonas rurales gracias al aumento de la seguridad.
Por su parte, Camilo Echandía, docente de la Universidad Externado de Colombia, también consultado por el medio colombiano, señaló que los costes generados por el proceso de negociación son mucho menor que el gasto militar actual.
Echandía añadió que el presupuesto de defensa y policía para el 2013 es de 26,3 billones de pesos, lo que equivale al 4,3% del PIB. A esta suma habría que añadir la reparación a las víctimas de la violencia, la reinserción de los combatientes y hay que asumir el costo de reconstrucción de muchas comunidades afectadas.
