Petro, quien ya en su campaña para las elecciones presidenciales de Colombia prometió impulsar una fórmula de ‘Paz Total’ que pusiera fin a los conflictos con grupos armados, ha logrado alcanzar un alto el fuego con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) a medida que el Estado avanza en las negociaciones de paz con la guerrilla.
«La apuesta que hace el presidente Petro está fundamentada sobre la base de las cómo ha evolucionado las dinámicas de violencia en los territorios y la necesidad de tener iniciativas con otros actores precisamente para generar mejores condiciones para las comunidades», ha manifestado Ruiz Massieu durante una entrevista para Europa Press en Madrid.
Así, el representante de Naciones Unidas ha incidido en que esta postura de Petro no solo debe centrarse en alcanzar acuerdos con los grupos armados, sino que debe ir acompañado de otras «bases sólidas» y de «políticas públicas» para que futuros gobiernos venideros puedan «continuar con la tarea».
Respecto al cese de la violencia con la guerrilla del ELN, Ruiz Massieu ha puesto en valor no solo el acuerdo de un alto el fuego durante seis meses –implementado en agosto y prorrogable por tres meses más–, sino también la capacidad que han tenido las partes para involucrar a la población civil.
Pese a todo, Ruiz Massieu ha incidido en que el proceso de negociación con el ELN «no es lineal», sino que avanza gracias a pequeños pactos entre el Estado y una guerrilla, razón por la que las partes ya han celebrado hasta cinco mesas de diálogo, la última arranca precisamente este jueves en México.
A pesar del alto el fuego, la guerrilla ha perpetrado ataques en territorio colombiano y recientemente secuestró a los padres del futbolista Luis Díaz, jugador del Liverpool inglés. Aunque su madre fue liberada apenas un día después, el padre del futbolista estuvo casi dos semanas bajo cautiverio del ELN.
Al respecto de los ataques perpetrados por el ELN –en los que han muerto agentes de Policía, militares y civiles–, Ruiz Massieu ha condenado estos «incidentes», si bien ha reconocido que en este tipo de procesos es normal que «siempre» se puedan producir y ha abogado por seguir trabajando para evitar que se repitan en el futuro.
«Hay un compromiso amplio para no atacarse, pero la historia de los altos al fuego, no solamente los de ELN con el Gobierno, sino con otros, siempre se pueden presentar incidentes (…) Debe priorizarse siempre la voluntad para reconocer esos incidentes, ojalá para prevenirlos, pero sino para reconocerlos y buscar vías de solución para que no se sigan presentado», ha manifestado.
En este punto, Ruiz Massieu ha reconocido que la ONU aspira «en ideal» a un cese de la violencia, pero es consciente de que de forma «realista» no se evitan todos los incidentes que pueda haber», por lo que ha abogado por la comunicación entre las partes para evitar también las tensiones que desembocan en los ataques.
«Si tenemos, por ejemplo, un contingente militar cercano a donde hay un posicionamiento del ELN, se comunica precisamente para que sepan que están muy cerca y entonces se evite un incidente», ha explicado Ruiz Massieu, quien ha incidido en que «no todos se han evitado».
ACUERDO DE PAZ CON LAS FARC
Por otro lado, Ruiz Massieu ha aludido al acuerdo de paz firmado en 2016 entre el Estado colombiano y las ya extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), un pacto que supuso el fin del grupo armado a cambio, entre otros aspectos, de garantizar la inclusión de los guerrilleros en la vida social del país.
«Destacar lo positivo del acuerdo en el contexto colombiano y en el contexto europeo global. No es fácil llegar a un acuerdo de paz. Colombia es el último gran acuerdo de paz comprensivo que ha tenido el mundo. Es una muestra de que a través del diálogo se llega», ha aseverado.
En este sentido, Ruiz Massieu ha incidido en que el caso colombiano es «un mensaje muy valioso en el mundo», pues los otros acuerdos de paz fracasan antes de los cinco años desde su aprobación «ya sea porque el país desafortunadamente cae otra vez en conflicto o se deja de implementar simplemente».
A la hora de defender el éxito de los acuerdos de 2016, el representante de la ONU ha recalcado que cuando se cumplen siete años del trato, un 87 por ciento de los exguerrilleros se han reincorporado a la vida social de Colombia y participan en un «proyecto productivo de vida».
Sin embargo, sí que ha reconocido que aún quedan asuntos pendientes por resolver, como una reforma rural, la participación política del partido vinculado a las extintas FARC, o la consolidación de la seguridad no solo para el país, sino para los firmantes del acuerdo.
«El tema de las garantías de seguridad es un poco más complejo», ha reconocido Ruiz Massieu, que cifra lamenta no solo el asesinato de 400 firmantes de paz desde la firma del acuerdo, sino también las numerosas víctimas de amenazas de muerte. «Hay que seguir implementando las medidas de seguridad que contiene el acuerdo», ha dicho.
Así, Ruiz Massieu ha incidido en que la aspiración primordial de la Misión de Verificación de la ONU es que Colombia «cumpla con los objetivos de ese Acuerdo de Paz de 2016» y que Naciones Unidas estará en el país «para contribuir» siempre y cuando se le «necesite». «Ni un día más, ni un día menos», ha remachado.
La Misión de Verificación de Naciones Unidas en Colombia arrancó su mandato en 2016 para supervisar el cumplimiento de los acuerdos firmados entre el Estado y las FARC, y ahora, años después, participa junto a la Iglesia en las conversaciones de paz del gobierno con la guerrilla del ELN.