El precio de los alimentos se mantiene estable en Bolivia, con la excepción de las patatas y las cebollas, las primeras tienen a subir y las segundas a bajar. Aunque la carne de vacuno y pollo, el azúcar, el arroz y el tomate no variaron sus precios desde el pasado mes de octubre. El precio de los alimentos se mantiene estable en Bolivia, con la excepción de las patatas y las cebollas, las primeras tienen a subir y las segundas a bajar. Aunque la carne de vacuno y pollo, el azúcar, el arroz y el tomate no variaron sus precios desde el pasado mes de octubre.
La patata, por su parte, ha aumentado su precio debido a que la cosecha del altiplano tiene lugar en los meses de abril, mayo y junio. Los expertos vaticinan que el precio del tubérculo seguirá avanzando hasta final de año.
De esta manera, la patata conocida como Huaycha (harinosa, sabrosa y con corteza rojiza) cuesta entre 34 y 45 bolivianos la onza. La cebolla grande vale 40 bolivianos, lo que supone una tendencia descendente, porque hace un mes podía llegar a valer 80.