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El Gobierno chileno adelanta que el año que viene intentará reformar la Constitución

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha adelantado el que será su principal objetivo para el próximo ejercicio: la jefa del Ejecutivo del país andino espera modificar la Constitución, reemplazándola por una legítima en su origen y totalmente representativa. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha adelantado el que será su principal objetivo para el próximo ejercicio: la jefa del Ejecutivo del país andino espera modificar la Constitución, reemplazándola por una legítima en su origen y totalmente representativa.

Según una información del diario La Nación chileno, esto adelantó Bacheller en entrevista de prensa, en la que también explicó sus razones para avanzar en esta materia solo a partir del próximo curso.

La presidenta chilena ha explicado que “lo primero es que tenemos que aspirar a que la nueva Constitución tenga una legitimidad de origen. Segundo, como la Constitución es aquello que regula cómo nos entendemos entre el Estado y la sociedad, el mercado, los recursos naturales y las comunidades, tiene que representarnos a todos, porque podría ser que tuviera legitimidad de origen, pero no de representar a nadie”.

En ese sentido, Bachelet adelantó que su idea es que exista una amplia participación en el proyecto que modificaría la carta fundamental, por lo cual reconoció que es probable que “en el segundo semestre iniciemos una serie de reuniones, aunque todavía estamos mirando cuáles son los mecanismos más adecuados para que haya un debate ciudadano relacionado con la Constitución”.

No son pocas las críticas lanzadas desde la oposición al gobierno de Michelle Bachelet y la serie de reformas que ha intentado impulsar en los primeros meses de su mandato, diatribas donde acusan al oficialismo de cerrarse al diálogo, algo que la presidenta descartó de plano.

“Yo creo en el diálogo, pero insisto en que el diálogo no significa que tengo que hacer lo que el otro me dice”, aseguró.

“No estoy tratando aquí de ser una presidenta que todo el mundo adore, pero que no hace nada (…) así como no me asusta el debate que puede haber de cualquier tema en una sociedad con libertades como la nuestra, tampoco me asusta que pudiera haber diferencias de matices al interior de la Nueva Mayoría”, continuó.

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