La guerra iniciada por el Gobierno de Cristina Fernández contra Repsol amenaza con desatar un conflicto diplomático de primer orden entre Argentina y España. El ministro de Industria, José Manuel Soria, ha advertido de que cualquier «gesto de hostilidad» contra los intereses de las empresas españolas será interpretado como un gesto de hostilidad hacia España y «traerá consecuencias”. La guerra iniciada por el Gobierno de Cristina Fernández contra Repsol amenaza con desatar un conflicto diplomático de primer orden entre Argentina y España. El ministro de Industria, José Manuel Soria, ha advertido de que cualquier «gesto de hostilidad» contra los intereses de las empresas españolas será interpretado como un gesto de hostilidad hacia España y «traerá consecuencias”.
Los servicios de comunicación de La Moncloa han facilitado a los medios estas declaraciones de Soria, que se encuentra en Varsovia junto al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, para participar en una cumbre hispano-polaca. El titular de Industria no cita en ningún momento al Gobierno argentino, que ha convocado para este jueves a los gobernadores de las provincias petroleras para tratar sobre la situación de la compañía YPF, controlada por la española Repsol.
La prensa local menciona la posibilidad de que Cristina Fernández de Kirchner realice una intervención pública a las 19.00 horas en Buenos Aires (24.00 horas en España) en la que realizará algún anuncio clave para el futuro de YPF.
Intervención, injerencia en la gestión, compra a saldo, expropiación, nacionalización… en el sector se especula con muchas opciones
Mientras tanto, el presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, se encuentra en Buenos Aires donde intentará reunirse con las autoridades del país y resolver las diferencias acerca de la filial YPF, en la que la petrolera española tiene una participación del 57%. Según fuentes del sector, esta tarde (noche en España) podría reunirse con el ministro de Planificación, Julio de Vido, que hasta ahora había evitado el encuentro.
Una de las propuestas de Repsol es la de cambiar la cúpula de YPF y nombrar a una personalidad empresarial afín al Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
La Casa Rosada acusa a YPF de no invertir lo suficiente, lo que habría hecho bajar la producción y está forzando a Argentina a importar petróleo. Repsol se ha comprometido a más inversiones pero el conflicto, lejos de aplacarse, se recrudece con el riesgo de que al final del proceso Argentina se quede con la compañía a un precio bajo, lo que provocaría graves pérdidas para la petrolera española.
