La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha anunciado que vetará el aumento a los beneficios de las pensiones porque considera que pondría en peligro, en el largo plazo, uno de los sistemas previsionales más generosos del mundo. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha anunciado que vetará el aumento a los beneficios de las pensiones porque considera que pondría en peligro, en el largo plazo, uno de los sistemas previsionales más generosos del mundo.
Fuentes cercanas a este suceso han asegurado a Reuters que a lo largo de este miércoles la mandataria ofrecerá una alternativa con la que intentará apaciguar a los sindicatos y legisladores aliados que la apoyaron con la flexibilidad de la edad de jubilación. De momento, aún está clara la modalidad de esta propuesta, si se tratará de un decreto temporal o a través de un proyecto de ley urgente.
Los cambios, aprobados por el Congreso, costarían unos 1.40 millones de dólares al Gobierno brasileño o más de la mitad del producto Interior Bruto (PIB) del país durante los próximos 45 años según el Ministerio de Seguridad Social.
Recuerda El Universal que desde que ganó las elecciones en octubre, la mandataria ha comenzado con un enorme cambio de política económica para recuperar la confianza tanto de inversores como de brasileños.
