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Codelco y los estudiantes chilenos tumban la popularidad de Piñera

Los conflictos con los mineros de Codelco, cuyo paro masivo realizado esta semana ha sido el colofón a un largo periodo de desencuentros con el Gobierno, y las protestas estudiantiles que desde hace semanas azotan el país han terminado de darle la puntilla al presidente del país, Sebastián Piñera, cuya popularidad ha caído, según datos de la empresa Adimark, hasta un depauperado 31%. Como recoge la misma encuesta, además, el 60% de los entrevistados desaprueba la gestión del presidente conservador. Ambos datos vuelven a batir récords en mala valoración ciudadana desde que retornó la democracia a Chile en 1990. Los conflictos con los mineros de Codelco, cuyo paro masivo realizado esta semana ha sido el colofón a un largo periodo de desencuentros con el Gobierno, y las protestas estudiantiles que desde hace semanas azotan el país han terminado de darle la puntilla al presidente del país, Sebastián Piñera, cuya popularidad ha caído, según datos de la empresa Adimark, hasta un depauperado 31%. Como recoge la misma encuesta, además, el 60% de los entrevistados desaprueba la gestión del presidente conservador. Ambos datos vuelven a batir récords en mala valoración ciudadana desde que retornó la democracia a Chile en 1990.

Piñera vive desde hace meses un auténtico calvario al frente del gobierno chileno. Después de alcanzar altas cotas de popularidad por el rescate de los mineros sepultados en la mina San José y el consenso que generó su voluntad de reconstrucción tras el terremoto de 2010, dos hechos que marcaron el primer año de su mandato, ahora Piñera vive en continua guerra con la sociedad civil chilena. Estudiantes, mineros y ecologistas son la parte visible de un amplio movimiento ciudadano que cada vez mira con más desconfianza al mandatario y desaprueba su gestión, como muestran el último sondeo hecho público por Adimark.

Tres son los principales frentes en los que actualmente lucha el presidente. En primer lugar, la presión ciudadana contra el proyecto energético insignia de su gobierno, HidroAysén (que prevé la construcción de cinco presas en La Patagonia) y al que se opone un 74% de los chilenos, debido a su fuerte impacto medioambiental, ha generado un clima de tensión y protesta que le ha pasado factura a Piñera, que además ha tenido que ver cómo un tribunal paralizaba la puesta en marcha del proyecto por las dudas que genera su gestación.

En segundo lugar, los estudiantes han entrado con una fuerza inusitada en la agenda de problemas del presidente. Reclaman una mejora de la educación y que no se privaticen los centros educativos y han llevado a cabo manifestaciones y protestas que han acaparado la actualidad informativa en los últimos días y han obligado al presidente a intentar negociar, infructuosamente, para intentar atajar el conflicto, que sigue abierto y latente.

Por último, los recientes conflictos laborales con los mineros de Codelco han desgastado hasta tal punto la imagen del gobierno que Piñera afronta ahora los peores momentos de su mandato, iniciado en 2010. Con una histórica huelga general llevada a cabo por sus trabajadore, que denuncian movimientos encubiertos del gobierno para privatizar la minera estatal, esta misma semana, las simpatías entre los mineros y los estudiantes podrían crear un efecto pinza de dramáticas consecuencias para la salud política del presidente.

El rechazo de los chilenos a Piñera coincide con una situación económica envidiable. Con una expansión internanual en 2011 de un 8,5%, una cifra de crecimiento asombrosa, el país parece navegar en buena dirección, al menos en un nivel puramente económico. Porque, como demuestran las encuestas, a los ciudadanos del país sudamericanos la buena salud de Chile en ese sentido no les parece suficiente para darle un aprobado a su presidente.

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