El hombre más rico de Lationamérica cree que México podrá lograr un acuerdo con EE.UU. «desde una posición de fuerza y con determinación y dignidad». El magnate mexicano Carlos Slim no ha defraudado después de que ayer generase una enorme expectación internacional al anunciar una rueda de prensa para hoy, en la que ha valorado la nueva coyuntura a la que se enfrenta su país tras la llegada a la presidencia de EE.UU. de Donald Trump.
Pese a que la llegada del neoyorquino a la Casa Blanca esté suponiendo un jarro de agua fría para todos aquellos que pensaban que el magnate de la construcción iba de ‘farol’ con sus bravuconadas y promesas más agresivas de campaña; Slim sigue considerando que hay un gran margen para la esperanza.
De hecho, el mexicano, quien según la lista Forbes posee una fortuna de 49.200 millones de dólares, ha querido que el tono que marcase su intervención fuese el del optimismo: «Si EE.UU. quiere crecer, necesitará a los mexicanos», ha llegado a decir.
Y es que para el magnate de las telecomunicaciónes Trump seguiría en gran medida de ‘farol’ y, esencialmente, estaría buscando encarecer el coste de la negociación: «Trump no es Terminator, es Negociator», destacó.
Slim se ha referido en repetidas ocasiones al libro de Trump ‘Great Again’ en el que el neoyorquino desvelaría su estrategia. Según dicha teoría, Trump buscaría, en primer lugar, aplastar a quiénes manifiesten debilidad para posteriormente empezar a realizar concesiones tan solo con quienes demuestran poder resistir.
Una situación esta última que el magnate mexicano considera que su país ya ha acreditado con la unidad mostrada estos días: «Esta unidad nacional para mí es la más sorprendente que he visto en mi vida», celebró.
Slim destacó así, en referencia a la cancelación de la reunión con Trump, cómo «se ha unido todo México, cómo se han unido los partidos, la sociedad civil, mujeres hombres de todos lados, como una sola voz, como un solo ser para apoyar la decisión del presidente Peña Nieto». Como resultado, ahora podrán «hacer las negociaciones que más convengan a los intereses nacionales; desde una posición de fuerza y con determinación y dignidad».
Además, Slim considera que la coyuntura económica estadounidenses también es favorable para México ya que Trump tiene una coyuntura mucho mejor que la que se encontró Obama, lo que le permitiría hacer concesiones.
También apeló a que no sería racional desde un punto de vista económico para EE.UU. cerrar fábricas en terceros países y llevárselas de un día para otro ya que «por llevarse unos miles de empleo encarecería lo que pagan 325 millones de consumidores». Tampoco, los impuestos a las importaciones, ya que, según analizó, «si se ponen aranceles, no los va a pagar México, sino los importadores».
No obstante, resulta cuando menos discutible que el discurso o las acciones de Trump estén marcados por la racionalidad ya que como el propio Slim ha reconocido «el mejor muro son las inversiones y oportunidades de empleo» ya que la gente se va de México a EE.UU. ante la falta de horizontes.
Sin embargo, es ya un hecho que Trump ha comenzado los trámites para la construcción del muro. Un factor, que Slim, quien también destacó que se vaya a presentar a Presidente en el país azteca como últimamente se ha venido rumoreando, no tuvo demasiado en cuenta en su intervención.
