El Gobierno de Brasil ha anunciado un nuevo paquete de estímulo económico para la industria del país, que incluye un fuerte recorte de impuestos, en un intento por reactivar la débil recuperación de la mayor economía de Latinoamérica. El Gobierno de Brasil ha anunciado un nuevo paquete de estímulo económico para la industria del país, que incluye un fuerte recorte de impuestos, en un intento por reactivar la débil recuperación de la mayor economía de Latinoamérica.
A partir de julio, el Ejecutivo rebajará hasta un 20% los impuestos sobre los salarios de varios sectores, como el textil y del calzado, el aeroespacial y el de bienes de capital, entre otros. También introducirá medidas para estimular las inversiones la industria automovilística y elevará la financiación subsidiaria para el sector manufacturero y los exportadores, muy golpeados por la apreciación del real.
«El Gobierno está lanzando estas nuevas medidas para fortalecer la economía brasileña y garantizar la continuidad del crecimiento sustentable del país. También para responder a los problemas que están siendo creados por la crisis de la economía internacional», ha afirmado hoy el ministro de Hacienda, Guido Mantega, ante líderes empresariales reunidos en el palacio de Gobierno en Brasilia.
El Ejecutivo de Dilma Rousseff confía que estas medidas permitan que el crecimiento económico se sitúe entre el 4% y un 4,5% este año. Sin embargo, los analistas dudan que la economía pueda crecer a este ritmo sin reformas más ambiciosas que hagan frente a los grandes problemas estructurales del país, como los altos impuestos y las deficiencias en infraestructuras.
El PIB brasileño avanzó un 2,7% en 2011 frente al 7,5% de 2010. Mientras, la producción industrial creció el año pasado un 0,3%, cuando en 2010 el repunte alcanzó el 10,5%. El resultado se vio muy influido por la crisis externa, la apreciación del real y el aumento de las exportaciones.
