Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Brasil adoptará medidas para frenar las entradas de capital en el país

El ministro de Finanzas de Brasil, Guido Mantenga, ha asegurado a la prensa local que el Gobierno de Dilma Rousseff, del que forma parte, se dispone a diseñar las políticas que sean necesarias para frenar las entradas de capital en el país. El funcionario ha añadido que las alzas del real eran inevitables dada la espectacular tasa de crecimiento económico que ha registrado la economía brasileña en los últimos años. El ministro de Finanzas de Brasil, Guido Mantenga, ha asegurado a la prensa local que el Gobierno de Dilma Rousseff, del que forma parte, se dispone a diseñar las políticas que sean necesarias para frenar las entradas de capital en el país. El funcionario ha añadido que las alzas del real eran inevitables dada la espectacular tasa de crecimiento económico que ha registrado la economía brasileña en los últimos años.

Mantenga ha explicado que la divisa del país se ha fortalecido al alcanzar 1,60 reales por dólar (un real equivale a 0,44 euros), hecho que no ocurría en el territorio latinoamericano desde agosto de 2008. Por otro lado, el ministro ha asegurado que la inflación brasileña es más alta de lo deseado por los dirigentes, al haberse situado en el 2,44% en el primer trimestre del año y que la tasa de crecimiento económico iba a causar una inevitable apreciación de la moneda, al ser estimada por los expertos en un 6,29% para finales de 2011.

El real ha sido una de las monedas que más se han revalorizado en el mundo, y la prueba de ello es que ha conseguido aumentar en un 47% con respecto al dólar, desde principios de 2009 hasta ahora. Los expertos en economía del país latinoamericano han querido recordar que la presidenta, Dilma Rousseff, incrementó en marzo hasta un 6% el impuesto sobre créditos empresariales nuevos y sobre las ventas de deuda por parte de los bancos al exterior, para intentar controlar la inflación.

Pero esta no ha sido la única medida tomada. El Gobierno ya duplicó el impuesto sobre las operaciones financieras cobrado sobre créditos al consumidor hasta un 3% anual. Además, Dilma, aplicó el impuesto más alto que se conoce a los préstamos renovados, renegociados y transferidos con un plazo de hasta dos años. La inflación es un asunto que preocupa especialmente a los brasileños, de ahí que la mandataria quiera buscar alguna solución al problema.

Más información

Scroll al inicio