La crisis socioeconómica generada en Costa Rica por el impacto de la pandemia de COVID-19 está mermando la capacidad de los refugiados nicaragüenses de conseguir alimentos, hasta el punto de que más de tres cuartas partes apenas comen una o dos veces al día, ha alertado este viernes Naciones Unidas.
Costa Rica alberga a casi el 80 por ciento de las personas que han huido de Nicaragua, en concreto a unas 81.000 personas. El año pasado, el país centroamericano fue uno de los que más solicitudes de asilo registró del mundo, con más de 59.000, a pesar de su pequeño tamaño.
Antes de la pandemia, y gracias en gran medida a los programas de integración impulsados por las autoridades costarricenses, solo un 3 por ciento de los refugiados nicaragüenses ingerían una única comida al día o ninguna. La cifra es ahora del 14 por ciento, según un estudio del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
La tendencia se repite entre quienes comen dos veces al día, que ya representan el 63 por ciento del total, con lo que un 77 por ciento de los refugiados nicaragüenses no llegan al nivel de alimentación recomendado por las autoridades sanitarias.
Una portavoz de la agencia internacional, Shabia Mantoo, ha recordado que las medidas de cuarentena adoptadas en varios países de América Latina están matando la economía informal, de la que dependen en gran medida desplazados y refugiados, especialmente aquellos que aún no han podido integrarse de forma plena en las comunidades de acogida.
Ante de la crisis sanitaria, un 93 por ciento de las familias refugiadas en Costa Rica tenían ingresos regulares, pero ahora ya solo son un 59 por ciento. Muchos de estos hogares quedan por tanto a merced de posibles desahucios y una quinta parte de los encuestados admite que no sabe dónde vivirá dentro de un mes.
ALGUNOS SE PLANTEAN REGRESAR
La situación habría empeorado hasta el punto de que en más de uno de cada cinco hogares ya hay algún miembro que se está planteando regresar a Nicaragua, en su mayoría por la falta de ingresos y de comida. Se han retirado hasta la fecha más de 3.000 solicitudes de asilo en Costa Rica, principalmente de ciudadanos nicaragüenses.
ACNUR ofrece «información imparcial» a quienes estudian volver a Nicaragua, un país del que han escapado más de 102.000 personas en estos últimos años en busca de protección. Asimismo, ha intensificado su ayuda a las familias vulnerables, con 1.221 casos de ayuda en Costa Rica.
La agencia, no obstante, ha recordado que hacen falta fondos para seguir llevando a cabo estos programas. ACNUR cifra el presupuesto de sus operaciones en Costa Rica en 2020 en 26,9 millones de dólares, pero únicamente tiene cubiertas el 46 por ciento de estas necesidades.