«Uno de los temas de interés común es nuestra integración económica y comercial; cuanto más fuertes sean nuestras economías, más protegidos estaremos contra acciones unilaterales (…) tenemos que promover el comercio regional de bienes y servicios», afirmó.
La declaración del presidente brasileño es una sutil referencia a la guerra arancelaria desatada por el presidente de EEUU, Donald Trump.
Lula recordó que en 2023 el comercio entre los países de Latinoamérica y el Caribe supuso apenas el 14 por ciento de lo que la región exporta al resto del mundo; por lo que, en su opinión, una prioridad debería ser aumentar el flujo de comercio interno.
En este sentido, el mandatario aseguró que su Gobierno «está decidido» a extender el sistema de pagos en moneda local.
También criticó el bloqueo contra Cuba y las sanciones impuestas a Venezuela, y lamentó que el mundo ostente el triste récord de albergar el mayor número de conflictos armados desde la Segunda Guerra Mundial.
«No queremos guerras ni genocidio», dijo, por otra parte, sin citar directamente a Ucrania o a Gaza; e insistió en que hay que seguir trabajando para mantener a Latinoamérica y el Caribe como una región de paz.
Finalmente, Lula impulsó la idea de que la ONU elija por primera vez a una mujer latinoamericana como secretaría general de la organización, lo que suscitó fuertes aplausos de los líderes presentes.