Varios conductores de autobús se han crucificado en el suelo en Paraguay y uno de ellos, además, se cosió la boca con alambre para reclamar su vuelta al trabajo tras la suspensión de los recorridos que realizaban. Varios conductores de autobús se han crucificado en el suelo en Paraguay y uno de ellos, además, se cosió la boca con alambre para reclamar su vuelta al trabajo tras la suspensión de los recorridos que realizaban.
“Estoy aguantando, pero me duele mucho”, dijo a la Agencia Efe Elvio Cristaldo, de 39 años, quien lleva nueve días crucificado.
Hace dos días se le unieron sus compañeros Eligio Martínez y Clemente Lovera, quien además se cosió los labios e ingiere alimentos líquidos con una pajita.
Se encuentran situados bajo una carpa frente a la sede del Dirección Nacional de Transporte de Paraguay (Dinatran) en San Lorenzo, municipio del área metropolitana de Asunción.