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EL NUEVO MODO

Economía I

Punto de partida. Nuestro libro “Tesis Avanzadas sobre Transiciones a la Democracia”, aún no publicado, incluye más de veinte artículos sobre Economía Transicional o de la Transición; algunos de ellos, con propuestas propias en el campo. Punto de partida. Nuestro libro “Tesis Avanzadas sobre Transiciones a la Democracia”, aún no publicado, incluye más de veinte artículos sobre Economía Transicional o de la Transición; algunos de ellos, con propuestas propias en el campo. Todos, más los que nos proponemos desarrollar a partir de éste –sea lo que sea y pase lo que pase en Venezuela- son de absoluta utilidad en el momento actual.

La grave situación económica y social de las mayorías, excepto para los privilegiados del régimen, y el pésimo desempeño de la gestión económica gubernamental y estatal, que ubican al país en una “situación límite” (así la definimos en enero, “en condiciones mucho mejores”) plantean la exigencia de una urgente recomposición nacional, en los planos de la economía y/o la política, por medio de cambios institucionales específicos.

Una transición (a la democracia) –y lo decimos, no en el contexto del observable festín de ignorancia sobre el asunto en el país, sino con plena rigurosidad profesional- debe contener cambios institucionales relevantes en lo económico, en lo político, en ambas esferas, o respecto a todas las del amplio espectro de lo social.

Lo primero tiene que ver con lo que en la literatura se llama “Transición del Comunismo al Mercado”; la segunda, con la “Transición a la Democracia”; y la última, la cual nos proponemos desde este artículo, sería lo que podríamos llamar la “Economía de la Transición a la Democracia”.

Ya trabajamos una aproximación al tema. En este espacio periodístico, recogido en el libro aludido, elaboramos tres artículos, agrupados en un capítulo llamado “Relación Transición a la Democracia / Transición del Comunismo al Mercado. Venezuela, inicios del 2.015”, en el cual nos interesamos por algunos elementos de diversa naturaleza en esa relación, de los cuales queremos destacar algunos ahora:

-”la concreción institucional y jurídica transicional por razones políticas –el tipo de transición, por ejemplo- influye en el avance o perturbación de las reformas y el crecimiento”.

-“cada proceso –a la democracia o al mercado- interesa solo en una dimensión. A nosotros nos interesan las dos y sus relaciones. Y nos interesan el diagnóstico y las recetas”.

-“Nuestro interés (…) es para su aplicación al caso actual venezolano, en un ojalá que próximo tránsito, no solo a la democracia, sino también al desarrollo económico pleno, con base en el mercado y el capital de riesgo privado”.

-De las seis líneas de la acción transicional que permite pasar del comunismo o el estatismo al mercado “nos interesan 1°) lo que llamo lo legal-institucional y 2°) la relación entre economía y política”.

-“Lo que se haga en lo legal-institucional va a depender de lo que haya y se haga en la política. Es la variable decisiva para lo que interesa. Las situaciones pueden ser diversas y diversos pueden ser los manejos”.

-“Para todo lo que nos interesa de lo legal-institucional, falta una discusión experta acerca de los componentes que marcan la diferencia entre los logros de mercado y los democráticos. Pareciera un tema trivial, pero no lo es”.

-“¿Qué hace que unos países que transitan del comunismo al mercado también lo hagan a la democracia y que otros, no?” (…) “depende de cuáles son las nuevas instituciones que se pueda implantar, lo cual dependerá del bloque social que conduce la transición”.

-“¿Cuáles factores lo han impedido? (…) “la transición al mercado, pero no a la democracia, se ha montado sobre la vía expresada por el “Beijing Consensus”, esquema de desarrollo chino, experimental y progresivo, sistematizado por Joshua Cooper Ramo”.

-“¿Qué es lo que hay que hacer al respecto? El “qué hacer” (…) se resuelve en la amplitud política y el timing de lo legal-institucional. Es asunto que debe ser resuelto temprano, por cuanto se ha señalado que “No hay dudas sobre la relevancia y prelación de lo legal-institucional sobre lo económico”. Y (…) solo con manejos de Economía Política son posibles los cambios necesarios a la sustitución de un régimen (no de un gobierno) por otro”.

Lo anterior es un incompleto y provisional punto de partida para la serie que iniciamos, sobre la base de lo conocido y nuestras propias elaboraciones en el reto del desarrollo y sistematización de la economía implicada por una transición.

Lo hacemos por la Venezuela actual y con miras más generales. El país no soporta más historia “mala”. Después de casi dos siglos de historia republicana –con sus muchos bemoles- y cien años de explotación petrolera, aún somos reos del populismo, el rentismo, el mercantilismo y otros “ismos” a superar . Es un muy pobre desempeño histórico. El camino de Venezuela a su consolidación como república y actor económico mundial ha estado lleno de vergüenzas.

Lo que se haga a partir de un cambio de rumbo debe ser muy asertivo. Para ello no existe conciencia del reto específico y sus exigencias y detalles; así como de los componentes necesarios y las relaciones entre ellos.

Es lo que nos proponemos abordar ahora. Lo ofrecemos al país; pero, también a los transitólogos de cualquier parte del mundo; con especial énfasis en los economistas.

Ese reto está planteado. Los enemigos de lo que nos proponemos están en todas partes. Incluso en el campo democrático. La complejidad real de los problemas económicos de las transiciones a la democracia debe ser abarcada, para dominarla.

La consolidación de la democracia y su economía deben dejar de ser apuestas azarosas, o sujetas a la ignorancia, los caprichos y los intereses, para –en plena libertad, pero con base en el conocimiento- llenarse de satisfacciones por la obra humana trascendente y definitiva.

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