El Senado de EEUU ha confirmado a la fiscal federal de Texas, Sarah Saldaña, como nueva directora de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Para muchos este movimiento del presidente Barack Obama pretende ser un golpe de efecto antes de perder la mayoría en la cámara alta del Congreso El Senado de EEUU ha confirmado a la fiscal federal de Texas, Sarah Saldaña, como nueva directora de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Para muchos este movimiento del presidente Barack Obama pretende ser un golpe de efecto antes de perder la mayoría en la cámara alta del Congreso.
Saldaña, como señala el diario español El País, es la primera hispana que ocupa el cargo y de paso sirve para darle en las narices a la aún minoría republicana, que pretendía hacer de Saldaña un daño colateral contra las acciones de regularización temporales de Obama.
La nueva directora del ICE caería según los planes republicanos, pero finalmente ha recibido el apoyo necesario tras la nominación del mandatario estadounidense el pasado mes de agosto.
No la querían por sus respuestas al texano republicano John Cornyn y al también texano Ted Cruz, cuando aseguró que el presidente tiene la autoridad legal para “realizar una acción ejecutiva para atender áreas en el ámbito de la rama ejecutiva”, lo que para ambos sería “sellar la autorización a la amnistía ilegal de los indocumentados”.
