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EL NUEVO MODO

¿Dónde están los liderazgos?

No es lo mismo dirigir que liderar. En política, no entenderlo puede acarrear calamidades. No es lo mismo dirigir que liderar. En política, no entenderlo puede acarrear calamidades.

En situaciones conflictivas o potencialmente tales, son altos los riesgos de llegar a situaciones violentas y sangrientas y de destino incierto. En ellas, son claves los liderazgos. Los conflictos, se sabe cuándo y cómo comienzan, pero nunca cuándo y cómo terminan. Evitarlos o manejarlos son tareas de líderes.

La Venezuela de hoy se encuentra en una fase avanzada de su conflicto político (lo decíamos en nuestro libro del 2010), desde el mismo momento en el cual ya incluye: 1°) factores internacionales (la cada vez mayor injerencia castrista, junto con la presencia de iraníes, chinos, rusos, bielorrusos, etc., en áreas estratégicas de la producción y el Estado), 2°) el rol beligerante de los sectores más politizados de la Fuerza Armada Nacional (en estos tiempos convulsos, nada menos que, por ejemplo, del Almirante que detenta el Ministerio de la Defensa), 3°) la existencia de un quinto componente, no profesional, de la Fuerza Armada, abiertamente politizado (la llamada “Milicia”) y 4°) la cada vez mayor presencia de calle de los colectivos armados del chavismo, incluso en tareas de gobierno (cierre de empresas, vigilancia de deberes, etc.); amén de guerrillas que no adversan al gobierno, sino que se presentan como sus aliados.

Esos sectores del oficialismo estaban hasta hace poco bajo el liderazgo del caudillo muerto. Desaparecida esa conducción, ¿quién o quiénes la ejercen? ¿Dónde están los liderazgos en la política venezolana actual? ¿Dónde en el régimen? ¿Dónde en la FAN? Maduro dirige, ¿pero lidera? Igual pregunta puede hacerse para el actual Ministro de la Defensa ¿Cuáles son las consecuencias de diverso orden de todo lo anterior? Vale referir que luego de terminada una primera versión de este artículo se conoce la molestia de un anterior ministro de la defensa, con el actual, por unas altamente politizadas declaraciones recientes.

En nuestros escritos hemos señalado dos factores; los cuales, en nuestra consideración, están cargados de riesgos: la condición civil del Presidente, en un régimen de naturaleza militarista y la hipótesis de profundas divergencias de intereses entre los más fieles al castrismo preñado de opresión, controles y represión, y sus opuestos, más pragmáticos. Otros han señalado más riesgos. Algunos señalan que esas situaciones ya han aflorado con la muerte del hegemón ¿La referencia anterior significa que ya comienzan los detonantes?

Lo cierto es que esas y otras tesis están repletas de riesgos, sean cuales sean los escenarios en el trance electoral actual. ¿Está el militarismo dispuesto a conceder espacios al castrismo hegemónico, al Foro de Sao Paulo, a China y a los otros socios de la geopolítica chavista, conocida la historia “militar” cubana? ¿No son más cercanos el militarismo convencional y los sectores más estatistas y clientelares de la oposición venezolana, en los cuales se ubica el candidato Capriles?

¿Quién “gerencia” las posiciones militares frente a las situaciones e hipótesis presentes? ¿Desde Cuba, el Ministerio o los liderazgos del Ejército, pivote principal de la FAN? Frente a una situación y escenarios tan cargados de política es de concluir que son determinantes los liderazgos naturales. No se trata de procesos administrativos, ni de rutina. Son altamente políticos.

¿Qué hace la política democrática de cara al mundo militar? La dirección política no puede permitirse la licencia de amplios sectores de opinión, de considerar la FAN como una institución monolítica, entregada al castrismo o a las mieles del poder. La propia Constitución, aunque permite el voto a los militares, les obliga a una actuación profesional y sin militancia política. Opino que la oposición debe incorporar a su discurso el reclamo del carácter institucional y profesional de la FAN, el rescate de sus liderazgos naturales; así como el derecho al diálogo con ella.

En el delicado equilibrio de poderes de la FAN actual, es posible comprender que los sectores más convencionales estén compelidos a tolerar situaciones y procesos que provienen de la dirección política; pero no es posible entender que acepten mansamente ir al cadalso, en razón de la deriva de fondo de los operadores locales del castrismo y el Foro de Sao Paulo, hacia una vorágine de expoliaciones al patrimonio nacional, mayores elementos de inestabilidad del sistema económico, neocomunismo, posibilidades de crisis diversas, etc.

En el amplio mundo de la oposición hay liderazgos y voceros que entienden la importancia de la institucionalidad y el liderazgo de la FAN. Me atrevo a señalar a Enrique Aristiguieta Gramcko, Oswaldo Álvarez Paz y Diego Arria. En otro plano, el nuestro, de opinador compulsivo, hemos referido en muchas ocasiones el ejemplo de la Señora Aung San Suu Kyi, líder opositora birmana, quien se ha dirigido expresamente a los militares gobernantes, partiendo del reconocimiento y encomio de su condición profesional, pero exigiendo firmemente diálogo, de cara a una transición a la democracia, la cual, dicho sea, ya arrancó y hoy es reconocida como un muy interesante proceso de naturaleza modernizadora.

El país está en peligro. Son muchos los riesgos y acechanzas. Es hora de sus mejores liderazgos. Civiles y militares los tienen. Es tiempo de salvar el presente y recuperar el futuro ¿Qué tal si dialogamos al respecto, amigos lectores? ¡Seguiremos!

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