Brasil ha anunciado este jueves el cierre de sus fronteras terrestres con ocho países, en el marco de las medidas adoptadas contra la pandemia de coronavirus, según informa el Diario Oficial de la Unión (DOU).
A través de una edición especial del DOU, el Gobierno ha comunicado el cierre de las fronteras con Argentina, Bolivia, Colombia, Guyana, la Guyana francesa, Paraguay, Perú y Surinam.
En el caso de Uruguay, ha indicado que se informará en una nota específica la situación de «las fronteras terrestres con la República Oriental de Uruguay». Sin embargo, el DOU no alude al caso de Venezuela.
El Gobierno de Jari Bolsonaro ha precisado que se impone «una restricción excepcional y temporal de entrada al país (…) de los extranjeros oriundos» de dichos países y que durante quince días «la entrada al país por carreteras o medios terrestres de extranjeros oriundos de los países mencionados» queda igualmente restringida.
Al mismo tiempo ha aclarado que quedan exentos, a «los brasileños, de nacimiento o nacionalizados; a los inmigrantes con autorización previa de residencia permanente; a los profesionales extranjeros en misión de servicio en un organismo internacional; y a los funcionarios extranjeros acreditados ante el Gobierno brasileño».
Tampoco se aplicará al libre tránsito del transporte de mercancías, a «las acciones humanitarias transfronterizas previamente autorizadas» y al trasiego de residencias en ciudades fronterizas.
Este cierre de fronteras, que regirá desde este jueves y al menos durante quince días que se podrán prorrogar, conllevará una «responsabilidad administrativa, civil y penal» para el «agente infractor» y su deportación inmediata. Además, quedará inhabilitado para solicitar asilo.
Brasil se habría resistido hasta ahora a tomar medidas de calado porque, según había argumentado Bolsonaro, no es «el fin del mundo». El gigante suramericano ya ha contabilizado cuatro muertes y cerca de 530 casos de Covid-19.
Bolsonaro ha confirmado en Twitter «el cierre de las fronteras de Brasil con los países vecinos de América del Sur», al tiempo que ha avanzado que «hay más acciones en camino pensando en el inevitable impacto financiero».