En las últimas semanas, varios informes de la banca de inversión internacional señalan a los inversores que buscan rendimientos altos, en países con poco riesgo de suspesiones de pagos a corto plazo deberían estudiar las oportunidades que ofrecen algunos mercados de Centroaméricai y el Caribe, tan a menudo obviados. Las recomendaciones se concentran sobre todo en Costa Rica y la República Dominicana, cuyos gestores púlbicos han tenido cierto éxito en los procesos de reforma y consolidación fiscal. En las últimas semanas, varios informes de la banca de inversión internacional señalan a los inversores que buscan rendimientos altos, en países con poco riesgo de suspesiones de pagos a corto plazo deberían estudiar las oportunidades que ofrecen algunos mercados de Centroaméricai y el Caribe, tan a menudo obviados. Las recomendaciones se concentran sobre todo en Costa Rica y la República Dominicana, cuyos gestores púlbicos han tenido cierto éxito en los procesos de reforma y consolidación fiscal.
El crecimiento económico y el apoyo financiero de algunas organizaciones multinacionales han ayudado a la economía de estos países, que han visto reducidos sus déficits presupuestarios. Sus mercados son pequeños, pero tienen un gran rendimiento que ofrece a los inversores una ventaja.
Los bonos de la región suelen ser vistos con un alto riesgo, en parte porque son mercados pequeños e ilíquidos. Pero años de disciplina en su reforma financiera han sentado las bases para que se dé un crecimiento económico y una demanda creciente de inversiones en un momento en el que el mundo desarrollado está conmocionado por la elevada deuda pública.
El aumento en las exportaciones y del turismo han fomentado el crecimiento económico de estas regiones, reduciendo su deuda. Ambos países han recortado su deuda entre el año 2003 y el 2009 en un 30,9% en el caso de República Dominicana y un 60,5% en el de Costa Rica. Su producto interior bruto ha aumentado un 28,4% y un 43,6%, respectivamente. Analistas internacionales opinan que esta tendencia al alza continuará. El Fondo Monetario Internacional proyecta un crecimiento del 6% para República Dominicana y un 4,2% para Costa Rica.
Los inversores internacionales se apresuran en ir a la caza de emisiones de bonos como el que realizó en abril el gobierno de República Dominicana por un valor de 750 millones de dólares (606,659 millones de euros) y un vencimiento a once años.
Estas naciones reciben ayudas del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y de otros organismos internacionales que apoyan la reforma estructural y contrarrestan el efecto del flujo de capitales oscilantes.
Los mercados de América Latina lideran, junto a los de Europa del Este y Asia, el crecimiento económico mundial en unos momentos en los que la crisis azota a los países desarrollados. Esto hace que la sensación de miedo que sentían los inversores hacia los países emergentes esté cambiando a pasos agigantados, ya que mientras los ‘grandes’ se encuentran ahogados por sus deudas públicas, los ‘pequeños’ tienen una muy buena situación en su deuda sobre el PIB. También el déficit fiscal de los emergentes está en una situación mucho más favorable, en un 2%, frente a la media de 5% de los países del Norte. Este crecimiento (real, no nominal) de los países del Sur tiene la ventaja adicional de crear empleo, lo cual ayuda a dicho crecimiento.
Es por esto por lo que los inversores cada vez se sienten más atraídos a depositar sus fondos en los países emergentes, que aunque tienen un riesgo intrínseco se podría decir que actualmente es menor que en los países ricos. Bien es cierto que la tasa de impago de los desarrollados es superior que en los países del Sur. La fortaleza económica de los mercados emergentes, por otra parte, es mayor incluso cuando sus evaluaciones son menores, ya que las agencias de calificación solo reportan quiebras de las empresas realmente grandes, de modo que en términos porcentuales las compañías de los países latinoamericanos tienen una mejor posición.