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Los sindicatos peronistas y el Gobierno argentino firman subidas salariales que duplican la inflación

Moyano descubre las cartas de Cristina

Es época de negociación de subidas de sueldo en Argentina. De hacer caso a los datos de inflación del Instituto Nacional de Estadística y Censos, que el Gobierno ha defendido como veraces sancionando a aquellas consultoras que elevaban la cifra de 2010, las alzas salariales deberían rondar el 10,9%. Pero Hugo Moyano, el criticado líder de la CGT, el sindicato kirchnerista, ha logrado un alza del sueldo de los camioneros del 24% en negociación directa con el ministro de Economía, Amado Boudou. Quizá por eso, los diferentes gremios no creen en la institución. Todos ellos negocian aumentos próximos al 30%. Pese a que las denuncias y sanciones a las consultoras privadas siguen adelante, el Gobierno de Cristina Fernández muestra sus cartas. Lejos de admitir, como todo el mundo sabe, que los datos de inflación aportados por el Indec para 2010, un 10,9%, son falsos, la defensa de la institución y su utilización propagandística han forzado una situación que muchos consideran ridícula. Las “paritarias” o negociaciones gremiales por los cuales se establecen las alzas de sueldo de cada gremio, han dejado al descubierto que ni siquiera el Estado toma en serio sus propios datos.

No en vano, la última negociación ha dejado dos cuestiones claras. Además de ratificar lo anterior, ha vuelto a mostrar una de las armas del Gobierno, el control que ejerce sobre uno de los principales sindicatos de Argentina, la Central General de Trabajadores (CGT), por medio de su líder, Hugo Moyano. Su gremio, el de camioneros, ha logrado un ascenso de salario del 24% en 3 tramos, más del doble que la inflación apuntada por el Indec, que debería servir como base para la pacto.

Hay quien considera que este acuerdo acelerado, que se alcanzó prácticamente en una mañana durante una reunión entre Moyano y el ministro de Economía, Amado Boudou, tenía la misión de marcar el camino para las negociaciones de los demás gremios. Por el contrario, las primeras críticas no tardaron en llegar. “Lo felicito a Moyano por el 24 por ciento de aumento que consiguió para todo el año”, ironizó el dirigente de Luz y Fuerza Oscar Lescano en declaraciones al diario Clarín. “La verdad es que no creo que nadie más firme por ese porcentaje”, agregó.

Porque lo cierto es que nadie parece dispuesto a aceptar un aumento que no se sitúe justamente por encima de ese 24%. Los demás gremios, que tienen en cuenta las cifras de inflación de las consultoras privadas para sus negociaciones, han solicitado un mínimo del 27% de subida. El secretario de la Federación de Trabajadores del Petróleo y el Gas, Alberto Roberti, aseguró que “en principio nadie va a aceptar menos que los gremios docentes”.

Lejos de haber logrado su objetivo, el acuerdo con Moyano no ha hecho más que resaltar las diferencias que existen entre los diferentes gremios. En su paritaria, en febrero, los maestros consiguieron un 27% de incremento, algo que muchos han visto como la base de lo negociable. Los petroleros, por su parte, están en estos días discutiendo la suba de salarios para este año: exigen un 36% de aumento.

El gremio de gastronómicos ha marcado un límite similar. La sección CGT Azul y Blanca, oposición, resolvió “no aceptar ni piso ni techo para las paritarias. No nos importa lo que haga Moyano, cada gremio debe tener la libertad de reclamar lo que considere necesario”, dijo el dirigente Luis Barrionuevo. “Vamos a pedir 35%”, anticipó a Clarín el sindicalista. En el sector del comercio, uno de los que más a sufrido la excesiva inflación a causa del cambio constante de precios, han adelantado que reclamarán “entre el 30 y el 35% de aumento en tres o cuatro tramos”.

Todo hace indicar que el Gobierno no tiene otra opción que aceptar subidas por estos importes. El acuerdo con Moyano, lejos de haber logrado moderar las peticiones, ha abierto el camino. El Indec y sus datos no le interesan a casi nadie. El ejecutivo, pese a sus denuncias a las consultoras privadas y su defensa de Moreno, su director, lo ha reconocido explícitamente.

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