La justicia estadounidense ha vuelta a decantarse por los Kirchner, en lo que ya parece una ‘historia interminable’. Esta semana el ya famoso juez Thomas Griesa dictaminó que 2.430 millones de dólares (1.956 millones de euros) de las cuentas del Banco Nación depositados en New York podrían ser embargados para pagar a los tenedores de bonos que demandaron al país por incumplimiento de deudas. Pero la nueva jugada no le ha salido del todo bien. Un tribunal de apelaciones ha rechazado esta solicitud de Griesa, alegando una equivocación al calcular esta cifra, que consideran «inflada». La justicia estadounidense ha vuelta a decantarse por los Kirchner, en lo que ya parece una ‘historia interminable’. Esta semana el ya famoso juez Thomas Griesa dictaminó que 2.430 millones de dólares (1.956 millones de euros) de las cuentas del Banco Nación depositados en New York podrían ser embargados para pagar a los tenedores de bonos que demandaron al país por incumplimiento de deudas. Pero la nueva jugada no le ha salido del todo bien. Un tribunal de apelaciones ha rechazado esta solicitud de Griesa, alegando una equivocación al calcular esta cifra, que consideran «inflada».
De esta manera, Griesa pretendía volver a irrumpir en el canje de deuda, que en medio de la caída de los bonos por la baja adhesión, tan sólo un 60%, y el mal clima de la economía global, parece que no esta registrando los datos esperados.
El tramo en el que se encuentra el canje de deuda tampoco se presenta muy alentador. La Task Force Argentina (TFA), el grupo que representa a unos 180.000 operadores con bonos por valor de unos 4.300 millones de dólares (3.495 millones de euros), ha vuelto a pedir a los tenedores de bonos que actúen con prudencia y que analicen los posibles riesgos.
Además, desde esta agrupación han calificado la oferta de Cristina Fernández como peor que la que se presentó el pasado año 2005 por Néstor Kirchner. La respuesta de éste grupo es muy importante, por el alto porcentaje de bonos que tienen sus miembros.
En un comunicado, el grupo económico que preside Nicola Stock, ha señalado que aceptar la oferta del Gobierno de Cristina Fernández es una cuestión personal de cada uno de los inversores. Pero en este informe la TFA ha asegurado que lo que ofrece el Ejecutivo argentino es mucho peor que lo que sus miembros ya rechazaron en 2005, cuando además la TFA inició una demanda contra Argentina ante el Ciadi, tribunal del Banco Mundial.
Estos inversores se negaron a aceptar la oferta que lanzó en 2005 Néstor Kirchner para la recompra de deuda. El entonces presidente ofreció un precio de 30 centavos de dólar por cada bono, es decir un 32% del valor nominal, pero un 24% se negó a vender por debajo del precio establecido en la compra.
Entre estos operadores se encontraban cerca de 200.000 tenedores de bonos italianos, por lo que Boudou inició esta gira de promoción del canje en Italia, y este fin de semana volverá nuevamente a Roma.
Casualidad o no, estos tenedores de bonos también han participado en la demanda que ha gestionado Thomas Griesa y que ha presentado la Asociación de Ahorristas de la República Argentina (APAD), que esta formada por tenedores de bonos, jubilados y ahorristas de Argentina, EEUU, Italia y Suiza.
Griesa ha afirmado esta semana que al igual que cuando embargó las cuentas del Banco Central de Argentina, los fondos del Banco Nación son del Estado argentino y podrían ser utilizados para saldar deudas que tiene con los tenedores de bonos.
El país ha quedado fuera de los mercados de deuda internacional desde su cesación de pagos de deuda soberana en el 2002 y los tenedores de bonos han luchado en la corte para recuperar activos que ya han ganado en juicios.
Thomas Griesa, que se ha convertido en los últimos años en el terror del matrimonio Kirchner, por tener en sus manos las sentencias sobre el default argentino, ya embargó el pasado mes de marzo fondos del Banco Central de Argentina depositados en EEUU por 105 millones de dólares (85 millones de euros), en favor de los denominados fondos buitres.
Griesa también ordenó el embargo de miles de millones de dólares sobre los fondos de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) depositados en el Citibank en Argentina.