Las trincheras han vuelto a abrirse en Argentina. Tras la muerte de Néstor Kirchner, ex presidente y marido de la actual mandataria, Cristina Fernández, creció la incertidumbre en torno al rumbo que iba a tomar la política del ejecutivo argentino, marcado hasta entonces por la confrontación. Sin embargo, hay cosas que no cambian. Los diarios Clarín y La Nación parecen no haber olvidado las cuitas pasadas y esta semana publicaban críticas abiertas de diferentes interlocutores hacia el Gobierno. Por su parte, el Ministro de Interior culpaba a los empresarios por la inflación. Las trincheras han vuelto a abrirse en Argentina. Tras la muerte de Néstor Kirchner, ex presidente y marido de la actual mandataria, Cristina Fernández, creció la incertidumbre en torno al rumbo que iba a tomar la política del ejecutivo argentino, marcado hasta entonces por la confrontación. Sin embargo, hay cosas que no cambian. Los diarios Clarín y La Nación parecen no haber olvidado las cuitas pasadas y esta semana publicaban críticas abiertas de diferentes interlocutores hacia el Gobierno. Por su parte, el Ministro de Interior culpaba a los empresarios por la inflación.
Algunos analistas políticos declaraban sus dudas sobre el rumbo que iba a tomar el Gobierno de Cristina Fernández después de la muerte de su marido. Néstor Kirchner había sido el aglutinador del peronismo así como el estratega soterrado del gobierno, y bajo sus axiomas, la confrontación con diferentes sectores de la sociedad argentina, así como con instituciones como el FMI o Banco Mundial, se convirtieron en habituales, algo que resultó rentable electoralmente hablando.
Esta semana ha dado al traste con las posibles dudas. El Ministro de Interior, Florentino Randazzo, salía el pasado martes a criticar al empresariado argentino y a exculpar al Gobierno por la elevada inflación, que alcanza el 25%. Randazzo, reconoció que hay incrementos de precios en algunos productos y pidió a los empresarios que aumenten la cantidad de bienes en el mercado y no sus precios. Consideró a su vez que, como parte de la solución, los argentinos deben tener “un Estado que actúe cada vez más fuerte». Todo seguirá i
La respuesta iba a llegar desde las páginas del diario Clarín. El presidente de la Unión Industrial Argentina, Héctor Méndez, en una entrevista en exclusiva al medio con el que Fernández mantiene una dura pugna abierta, pidió al ejecutivo que se centre en buscar soluciones por medio del diálogo y no busque confrontaciones. Méndez utilizó para sus afirmaciones lo que desde el diario se viene achacando al ejecutivo Fernández, el uso de la confrontación como arma política.
Por su parte, el diario La Nación, que junto con el Grupo Clarín controlan la empresa Papel Prensa que distribuye papel a la mayoría de los diarios argentinos y que el Gobierno quiere adquirir, también aportó su granito de arena para terminar con las dudas haciéndose eco de una entrevista al presidente de Uruguay, José Mujica.
En la misma, Mujica criticaba abiertamente la política económica de su homologa argentina y consideraba que conduce a “engordar el Estado”. El presidente uruguayo aseguraba además que Argentina es un país “cortado en dos” y mostraba su sorpresa por el hecho de que se hubiese prohibido “a integrantes del gobierno ir al velorio” de Néstor Kirchner. Mujica agregó que comprendía a su antecesor en el cargo, Jorge Batlle, cuando criticó con dureza Argentina en 2002 diciendo que «los argentinos son una manga de ladrones del primero al último».
Mientras tanto, según las últimas encuestas, la presidenta argentina ha logrado que su popularidad, gracias a los jóvenes, haya mejorado después de la muerte de su marido. La mandataria estaría ya a punto de presentar la alineación de un grupo de colaboradores de confianza, lo que en Argentina se conoce como la “mesa chica”. Analistas consideran que sus últimos movimientos políticos están dirigidos a postularse a la presidencia en 2011 y, el regreso a la estrategia de la confrontación, parece certificar que sus armas serán las ya conocidas.