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Las petroleras impulsan la construcción de un oleoducto hacia Canadá que limitaría el uso de petróleo venezolano

Exxon y Conoco mueven ficha contra PDVSA

Las expropiaciones llevadas a cabo por el gobierno chavista entre los años 2006 y 2007, y en las que las petroleras estadounidenses Exxon y Conoco fueron expulsadas del país, podrían tener un resultado no esperado por Chávez ni por PDVSA. Connie Mack, representante republicano en el Congreso de EEUU, ha realizado una dura crítica contra el ejecutivo de Barack Obama. Se lamenta la permisividad con los supuestos delitos contra los derechos humanos que se estarían cometiendo en Venezuela y propone buscar sustitutos para el petróleo de PDVSA. Las expropiaciones llevadas a cabo por el gobierno chavista entre los años 2006 y 2007, y en las que las petroleras estadounidenses Exxon y Conoco fueron expulsadas del país, podrían tener un resultado no esperado para Chávez. Connie Mack, representante republicano en el Congreso de EEUU, ha realizado una dura crítica contra el ejecutivo de Barack Obama. Se lamenta la permisividad con los supuestos delitos contra los derechos humanos que se estarían cometiendo en Venezuela y propone buscar sustitutos para el petróleo de PDVSA.

El 10% del petróleo que se consume en EEUU proviene de Venezuela. Esto supone, según el congresista Connie Mark, que Estado Unidos, con su Departamento de Estado al frente, haya desarrollado una estrategia de consentimiento en relación a los supuestos delitos contra los DDHH, así como de los ataques a la democracia, que lleva a cabo el Gobierno de Hugo Chávez dentro del país.

Mack lo tiene claro. EEUU debe buscar vías alternativas para surtirse de petróleo con el fin de limitar la dependencia con respecto a Venezuela. Con este fin, el congresista propone la construcción de un oleoducto entre el Golfo de México y Canadá con el fin de adquirir una mayor cantidad de petróleo canadiense. De resolverse de esta forma dicha dependencia, el siguiente paso sería, según Mack, la petición del “fin del régimen de Chávez por sus numerosas violaciones a los derechos humanos y apoyo al terrorismo».

Pero de donde proviene está inquina del congresista contra Chávez. Hay quien asegura que Mack basa sus críticas en sus propias creencias. Por el contrario, también hay quien considera que las compañías petroleras Exxon Mobile y Conoco tienen algo que ver. Ambas mantienen pleitos abiertos con Venezuela. Reclaman cerca de 10.000 millones de dólares, que habrían perdido en inversiones cuando fueron expulsadas entre 2006 y 2007 del país.

El Gobierno de Hugo Chávez expropió entre esos años un gran número de instalaciones petroleras que fueron directamente a manos de PDVSA, la petrolera nacional. A su vez, las compañías expropiadas, Exxon Mobile y Conoco entre ellas, se negaron a aceptar la propuesta de pago o compensación. En un inició, las dos compañías solicitaron cerca de 40.000 millones de dólares, muy lejos de la propuesta venezolana y de los 10.000 millones que ahora solicitan.

El presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, aseguró recientemente que “las aspiraciones de las transnacionales están muy lejos de lo que esperamos que se va a resolver. Si llegamos a un número que estimamos será mucho menor a 2.500 millones de dólares entre los dos arbitrajes, lo consideraríamos un éxito”. La petrolera estatal está pendiente de la resolución de la demanda que las dos compañías estadounidenses han interpuesto en el Centro Internacional de Arreglo de Disputas Relativas a Inversiones (Ciadi) del Banco Mundial, que debe resolverse entre y el próximo año.

Ya en 2008, Exxon logró congelar temporalmente hasta 12.000 millones de dólares en activos externos de PDVSA, pero un tribunal británico desestimó luego la medida. La petrolera estadounidense ha demostrado jugar duro, algo que ha llevado a los peor pensados en un posible vínculo entre sus intereses y las palabras del congresista republicano. No en vano, sus críticas al Gobierno estadounidense inciden precisamente en esta cuestión, el petróleo, como el punto débil de Chávez.

Por el contrario, en un hipotético escenario en el que EEUU supliese el petróleo venezolano con el de cualquier otro país, lo cierto es que no sería un gran problema para Venezuela. China, que pronto superará al gigante norteamericano en consumo de oro negro, ha demostrado estar interesada, los cerca de 26.000 millones de dólares en créditos por petróleo lo demuestran, en un eventual aumento del suministro venezolano. Sin embargo, el impacto inicial haría mucho daño a una cada vez más empobrecida PDVSA.

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