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Hugo Chávez asegura ahora que no derogará la Ley Habilitante

El viejo zorro

Se veía venir. El presidente venezolano rectifica ahora y asegura que no someterá a confirmación de la Asamblea Nacional la duración de la Ley Habilitante, que le da poderes especiales para gobernar. Su estrategia de conciliación con los opositores parece haber llegado a su fin y, de postre, ha logrado convencer a los suyos de la necesidad de la Ley. «Si la mantengo no es porque sea necesario» parece decir, «si no porque la oposición, demasiado ambiciosa, me pide que la derogue.» Chávez es más inteligente de lo que parece… Se veía venir. El presidente venezolano rectifica ahora y asegura que no someterá a confirmación de la Asamblea Nacional la duración de la Ley Habilitante, que le da poderes especiales para gobernar. Su estrategia de conciliación con los opositores parece haber llegado a su fin y, de postre, ha logrado convencer a los suyos de la necesidad de la Ley. «Si la mantengo no es porque sea necesario» parece decir, «si no porque la oposición, demasiado ambiciosa, me pide que la derogue.» Chávez es más inteligente de lo que parece…

Durante un discurso pronunciado en la Asamblea Nacional venezolana, Hugo Chávez aseguró que era capaz de someter a los miembros de la cámara legislativa el mantenimiento de la Ley Habilitante. Pocos le creyeron. El presidente bolivariano se desdijo ayer por la noche. No solo no va a dejar de disfrutar un solo día los poderes especiales que le otorga la ley, si no que además parece que sacará réditos electorales a la petición de la oposición de que la Habilitante sea derogada inmediatamente.

Lo cierto es que el mismo hecho que le obligo a aprobar la Habilitante es el que ahora parece estarle obligando a mostrarse conciliatorio con la oposición. Chávez perdió en septiembre la mayoría en la Asamblea Nacional después de las elecciones, algo que le fuerza a repensar su política y, primordialmente, su discurso, si pretende la reelección en 2012, cuando se celebrarán las presidenciales.

En este contexto, lo aseguro de una manera casi improvisada. “Anoche lo pensé” dijo Chávez, “en cuatro o cinco meses podemos hacer las leyes para las que necesitamos la Habilitante.” Tal vez por este modo de expresarse, que es bienvenida entre sus adeptos, la política venezolana tiene pocos visos de seriedad. La oposición política, acostumbrada a frases grandilocuentes y de poca veracidad, mostró inmediatamente sus dudas sobre las palabras del presidente.

El ejecutivo de Caracas ha sufrido duras críticas por la aprobación de la Ley Habilitante, que incluyen menciones internacionales como la de la OEA o de EEUU. Según dicha ley, el presidente cuenta con el poder para legislar por decreto en varias áreas de la política nacional y para resolver los problemas creados por las fuertes lluvias de finales de año. No debe, por tanto, contar con la Asamblea Nacional, en la que, después de las elecciones de septiembre, Chávez ya no cuenta con mayoría absoluta.

Ante la sugerencia de Chávez de someter al voto de la Asamblea Nacional la Habilitante el 1 de mayo, la Mesa de la Unidad Democrática, que agrupa a la mayoría de los parlamentarios opositores, ha demandado su inmediata derogación “para que la Asamblea Nacional asuma plenamente la legislación necesaria para enfrentar la problemática de los damnificados a causa de las lluvias”.

El portavoz de la Mesa de la Unidad Ramón Guillermo Aveledo aseveró que «es necesario corregir con sinceridad el rumbo equivocado y dañino por el que se está conduciendo a la Nación”. Por su parte, el diputado Alfonso Marquina consideró que “Chávez ha metido cuentos”. Para él, “la Ley Habilitante, no se trata sólo del tiempo, sino de competencias. Qué tiene que ver el régimen disciplinario de los militares con resolver la emergencia de lluvias…”, expresó.

Un discurso perfecto para que Chávez lo revierta contra la propia oposición. El jueves, el presidente bolivariano, ante un auditorio completamente entregado, no se retractaba de su pretensión de someter a la Asamblea Nacional la Ley Habilitante. Más bien al contrario, aseguraba que la oposición tenía ansiedad por que así fuese y arremetía contra sus miembros.

También esta semana, a oposición ha propuesto una especie de trato al presidente Hugo Chávez. Mientras Venezuela espera que el Congreso paraguayo desbloquee su entrada en el Mercosur, en abril el país abandona la Comunidad Andina de Naciones y dejará de disfrutar de sus beneficios arancelarios. La propuesta es sencilla. Si Chávez devuelve a Venezuela a la CAN, la oposición facilitaría, por medio de gestiones en el Congreso paraguayo, su entrada en el Mercosur.

Henry Ramos Allup, diputado del parlamento latinoamericano venezolano, aseguraba que «si Venezuela no entra a la Comunidad Andina tampoco irá al Mercosur por una explicación muy sencilla; nosotros tenemos más relación con países andinos como por ejemplo Colombia, Chile, Perú, que con países sureños como Argentina”. Señaló que esperarán la reunión y discusión de esta primera acción que se llevará a la instancia latinoamericana el próximo jueves.

La situación es compleja para Venezuela en el área internacional. El presidente Chávez contaba con que la adhesión de su país al Mercosur sería casi inmediata. Después de que los Parlamentos de Uruguay, Argentina y Brasil dieran su visto bueno a su inclusión como miembro de pleno derecho, el Congreso de Paraguay no termina de cerrar el proceso de adhesión.

El próximo mes de abril Venezuela dejará de pertenecer a la Comunidad Andina de Naciones. Cuando se haga efectiva su retirada, el país perderá las preferencias arancelarias con sus países miembros, Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia. Los intentos por sustituir dichos acuerdos por unos nuevos podrían dar sus frutos con Ecuador, pero no así con los demás países, con los que no se ha anunciado negociación alguna.

La argumentación de los congresistas paraguayos para frenar la entrada de Venezuela en el Mercado del Sur son hermanas de las peticiones de la oposición venezolana. Solicitan un mayor respeto a la democracia, a lo que el MUD le suma la entrada en la CAN. Las voces que hablan de la necesidad de regresar a este mecanismo de integración podrán no estar tan equivocadas. Tal vez sea la propia necesidad la que ayuda a entenderse a oficialismo y oposición.

Por el momento, Chávez no ha respondido a la propuesta. Sin embargo, teniendo en cuenta como ha retorcido sus propias palabras sobre la habilitante, todo hace indicar que la respuesta a lo que propone la oposición puede ser similar.

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