La presencia de Kristi Noem en Panamá, en el marco de una gira por Centroamérica, marca un nuevo capítulo en la política exterior de EEUU. La funcionaria reiteró la exigencia de prioridad y gratuidad en el paso de buques estadounidenses por el Canal de Panamá, una demanda que se suma a recientes gestos del nuevo embajador y del propio presidente Trump. La solicitud, sin respuesta oficial por parte del Gobierno panameño, tensiona la relación bilateral mientras ambos países estrechan lazos en materia de seguridad e inmigración.
EEUU insiste en el control del Canal de Panamá
Kristi Noem afirmó que es “esencial” que los buques de guerra y embarcaciones auxiliares de EEUU transiten libremente por el Canal. La declaración fue publicada en su cuenta de X tras reunirse con el presidente José Raúl Mulino y miembros de su gabinete.
La funcionaria estadounidense subrayó que Panamá es un «aliado clave» en la lucha contra la migración ilegal, el crimen organizado y el terrorismo internacional, y agradeció la colaboración del país centroamericano en el Tapón del Darién y en el uso compartido de datos biométricos.
El Gobierno de Trump ha convertido la prioridad y gratuidad del tránsito por el canal en un elemento clave de su estrategia hemisférica
Trump reabre la disputa sobre la soberanía del canal
Desde su llegada al poder en enero, Donald Trump ha mostrado interés en recuperar el control sobre el Canal de Panamá, una posición que evoca tensiones históricas. El Departamento de Estado llegó a anunciar en febrero que los barcos estadounidenses tendrían paso gratuito, aunque dicha afirmación fue desmentida por las autoridades panameñas.
Pese al desmentido, el nuevo embajador Kevin Merino Cabrera reafirmó en mayo que la prioridad del Gobierno de EEUU es garantizar un tránsito expedito y gratuito para sus buques, escudándose en la “neutralidad” del canal y en la supuesta necesidad de frenar la influencia de China en Panamá.
Panamá guarda silencio sobre las exigencias de EEUU
A pesar de la contundencia de los mensajes de Washington, el Gobierno de Mulino evitó pronunciarse sobre el tránsito gratuito. En su nota oficial sobre el encuentro con Noem, la Presidencia de Panamá destacó únicamente los avances en cooperación migratoria y de seguridad e inteligencia.
Mulino reiteró el compromiso de su administración de colaborar con EEUU en el combate al narcotráfico, el crimen organizado y el terrorismo internacional, sin referirse al canal, principal activo estratégico del país.
Panamá evita, por ahora, confrontar abiertamente las exigencias de Washington, centrando la agenda en temas de seguridad compartida
Presión creciente desde la Casa Blanca
Noem es la tercera funcionaria de alto nivel que visita Panamá desde enero, tras el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el propio secretario de Estado, Marco Rubio. En abril, Hegseth firmó un memorando con el ministro panameño de Seguridad que permitirá despliegue de tropas de EEUU en el país, bajo el argumento de entrenamientos conjuntos para la defensa del canal frente a “amenazas” externas, en particular de China.
Estas acciones apuntan a una estrategia geopolítica más amplia de EEUU en la región, centrada en reforzar su control sobre puntos neurálgicos como el Canal de Panamá, en un contexto global de creciente competencia con Pekín.